La Conselleria de Transparencia, Cultura y Deportes mantendrá su actual estructura sólo si la ocupa una persona independiente. De otro modo, sus competencias serán distribuidas entre otras conselleries ya existentes.
Esa es la carta que guarda la presidenta del Govern, Francina Armengol, para resolver el relevo de Ruth Mateu, que dimitió el viernes tras asumir la responsabilidad política por la falta de controles en contrataciones de áreas gestionadas por Més, entre ellas Cultura y Turisme.
No es la primera vez que el PSIB echa mano de independientes. De hecho, el actual titular de Educació, Martí March, entró en el Ejecutivo como independiente. También en las elecciones de 2011, Francesc Antich, incluyó a un independiente, concretamente a Lluís Maicas, actual delegado del Govern en el Institut Ramon Llull y ex diputado.
Fuentes del PSIB confirmaron anoche a este periódico que esa era la primera opción para zanjar lo antes posible la crisis.
Es posible que la propuesta ya se ponga sobre la mesa en la reunión que los partidos que facilitaron la investidura de Armengol mantendrán mañana. A esa reunión también asistirá Més per Menorca, que el viernes decidió salir formalmente del Govern.
Si Més no acepta un independiente (opción que no desagradaría a Podemos), Armengol planteará dividir el departamento aunque potenciando el área de Transparència, que pasaría a Hisenda o a Presidència. Las competencias de Cultura encajarían en Educació y Esports iría a Turisme.