La industria en Balears ha experimentado en las dos última décadas una «importante erosión» en relación con el conjunto de la economía de la Comunidad Autónoma.
En concreto, entre los años 2000 y 2016 la industria manufacturera, una rama que abarca desde la artesanía hasta la tecnología (productos alimentarios, bebidas, producción textil, maquinaria y equipos, etc...) ha caído en las Islas un 27,1%, un dato que con contrasta con el aumento registrado tanto en España (6,4%) como en la Unión Europea (21,9%).
Por ello, la Fundación Impulsa Balears ha advertido de la necesidad de «afrontar con urgencia un proceso de reespecialización industrial» que permita reflotar al sector y que pueda contribuir al impulso de la competitividad global de las Islas.
"No necesitamos aumentar el peso de la industria, sino el valor que genera"
«El objetivo no es aumentar el peso de la industria, sino aumentar el valor que genera, lo que repercutirá en una mayor competitividad y un mayor bienestar», ha afirmado Riera, quien ha recalcado que la Baleares «no necesita que la industria recupere peso, lo que necesita es la industria se reespecialice. Más no quiere decir mejor», ha remarcado.
Según ha explicado, entre los años 2000 a 2016, la economía balear ha crecido a un ritmo acumulado del 18,3%, significativamente superior al valor añadido generado por la industria balear, que presenta un crecimiento acumulado del 4,7%. «Crece mucho menos que la economía en general», ha constatado.
En este contexto, el directo técnico de Impulsa Balears, Antoni Riera, ha alertado de la pérdida de peso del conjunto de la industria balear y, ante ello, ha insistido en la conveniencia de revertir esta situación desde el establecimiento de directrices estratégicas transversales que conecten con la política puramente industrial con otras esferas relevantes, como la innovación, la estructura empresarial, la energía, el transporte y la sostenibilidad ambiental.
Riera ha planteado nuevas apuestas de futuro para la industria a través de la contribución que este sector puede ejercer en favor del incremento de la competitividad global del archipiélago.
Se trata, según ha indicado, de 10 consignas estratégicas orientadas a revisar qué se produce, cuestionar cómo se produce y explorar dónde se venden los productos que se elaboran en las Islas.
En este análisis, Riera ha destacado que «si revisamos lo que se produce en Baleares nos encontramos con que las manufacturas han perdido masa crítica mientras que la producción se ha concentrado en torno a bienes de baja intensidad tecnológica (49,8%) y actividades intensivas en el uso de recursos naturales (36,6%) o mano de obra (21,2%)».
«Este hecho nos lleva a poner el foco en la necesidad de apostar por más complejidad para generar más valor, ya que producir bienes y servicios industriales más diversos y más ricos en conocimiento productivo contribuirá a diferenciar el archipiélago en su entorno competitivo», ha agregado.
10 consignas estratégicas para la industria
En este contexto, Impulsa Balears plantea 10 consignas estratégicas para asegurar la contribución de la industria a la competitividad global de las Islas que están divididas en tres grupos; a favor de la complejidad económica, a favor de la eficiencia y a favor de la internacionalización.
En concreto, se apuesta por la reespecialización de la actividad industrial frente al establecimiento de objetivos aislados de recuperación de su peso específico y el fomento de la clusterización industrial desde las interrelaciones que los segmentos manufactureros mantienen con otras esferas de actividad.
En cuanto a la eficiencia, se plantea la necesidad de asegurar la capacidad de reinversión del sector orientada a la transformación de la base industrial para producir desde mayores niveles de eficiencia; favorecer la integración tecnológica en las actividades industriales; el reequilibrio la dotación de talento industrial en las distintas ramas de actividad y el apoyo el desarrollo empresarial de la industria erigiendo la cooperación entre los agentes que operan en el sector en una fuente de ventaja competitiva.
Las estrategias relativas a la internacionalización van dirigidas a ampliar la base empresarial exportadora de la industria desde la fijación de una posición eficiente en un entorno dominado por las cadenas globales de valor; facilitar la apertura industrial a nuevos mercados desde una reorganización de la cesta exportadora que permita transitar hacia segmentos de mayor valor añadido y promover el aprovechamiento del potencial del mercado local.