El sector turístico balear afrontará en la feria internacional de turismo Fitur, que comienza este miércoles en Madrid, el impacto real de la amenaza de los destinos competidores en el Mediterráneo, que están en estos momentos inmersos en toda una estrategia comercial para quitar la mayor cuota de mercado turísticas a las Islas.
Así, Turquía, Egipto y Túnez llevan a cabo políticas turísticas basadas en ofrecer todo tipo de incentivos comerciales a los touroperadores alemanes y británicos para conseguir el mayor número de ventas de reservas para el verano.
El Govern, por su parte, quiere incidir en Fitur en la promoción de los productos desestacionalizadores, de ahí que la consellera de Innovació, Recerca i Turisme, Bel Busquets, afirme: «Fitur será una buena oportunidad por la toma de contacto con todo el sector turístico. Iremos con la estrategia exitosa 'Better in winter', que es la apuesta de este Govern para alargar la temporada turística y crear con ello más contratos de largo plazo y de calidad».
La consellera puntualiza que en los últimos meses de 2017 se han visto incrementos significativos de visitantes españoles, «por lo que queremos seguir convenciendo en Fitur a este mercado de que las Islas tienen mucho que ofrecer en los meses de temporada baja y media. En esta ocasión, centraremos nuestra actividad en promocionar toda la oferta de patrimonio».
Año cultural
Precisamente, con motivo de la celebración del Año Europeo del Patrimonio Cultural, el estand de Balears en la feria centrará su promoción en dar a conocer y poner en valor el patrimonio histórico y cultural de las Islas.
La feria será inaugurada por los reyes don Felipe y doña Letizia el miércoles por la mañana. A partir de la inauguración, el estand de Balears se convertirá en el centro de todo tipo de reuniones y en la presentación de productos turísticos.
La presidenta del Govern, Francina Armengol, estará presente el miércoles en Madrid, donde visitará todos los estands de las empresas de Balears presentes en la feria. El mercado español ha crecido de forma importante en los últimos tres años, como consecuencia directa de la mejora de la economía, lo cual ha incidido en una mejora de la ocupación hotelera en las principales zonas turísticas de Mallorca, Menorca y Eivissa. Los grupos turísticos españoles piden a los hoteleros más camas.