Este miércoles hubo muchos nervios en la reunión de los miembros de la Fundació 'gonella' Jaume III, en la calle Sant Elíes de Palma. Patronos y socios debían analizar la fulminante dimisión y fuga del portavoz de la entidad, el exdiputado del PP Joan Font Rosselló, y de otros cuatro destacados patronos, entre los que despunta el hotelero Gabriel Barceló. El ambiente era semejante al de 1349, cuando Mallorca se dividió entre partidarios y contarios de Jaume III y el asunto se liquidó a mandoblazo limpio en los combates de Inca y Llucmajor, con el rey muerto a estocadas y su hijo encerrado en una mazmorra de Bellver.
Saltaban chispas en la calle Sant Elies. Como es natural, 'alguien' grabó lo más jugoso del encuentro ya que allí dentro, igual que en los tiempos de Jaume III, nadie se fiaba de nadie. El centro de las invectivas y las dianas fue el controvertido ya exportavoz Joan Font Rosselló, que se había largado de la Fundació y no estaba presente. Alguno de los asistentes llegó a decir que «ha perdido la pinza». El motivo de las iras contra el 'fugitivo' Font se remontan a unos meses atrás, en pleno 'procés' catalán, cuando un kiosko de la Assemblea Sobiranista de Mallorca, que presidía en aquel momento Cristòfol Soler, expresident del Govern y firme partidario de los Països Catalans, sufrió un encendido ataque 'gonella' cerca de la Plaça d'Espanya.
Varios asistentes al cónclave de Sant Elies culparon a Font Rossello del ataque al kiosko, según queda reflejado en la grabación. La indignación se centró en que luego Font emitió una nota de prensa en nombre de la Fundació desligándola del ataque. Pero pocos días después «apareció una grabación» que demostraba todo lo contrario. «Jugó con nuestra credibilidad y nuestro prestigio», dijo uno de los asistentes, porque «toda la Fundació le apoyó» y luego vieron que los habia utilizado.
En pleno calentón, uno de los que tomaron la palabra (perfectamente identificable) afirmó: «Todos tenemos ganes de 'fotre-li dues llosques' a Soler. Yo el primero. Pero me contengo». Luego se insistió en que Font «ha engañado al público», porque los allí presentes consideran probado que atacó el kiosko independentista y luego comprometió a la Fundació con un comunicado. «Lo de la nota de prensa es gravísimo. Font no es de fiar», se dijo.
Font Rosselló ha dejado caer que dejó la Fundació porque tanto su presidente, Fernando Fortuny, como su director, Joan Pons, se han mostrado partidarios de acercar la entidad a las plataformas Sociedad Civil Balear y Mos Movem, consideradas en el ambiente 'gonella' como correas de transmisión del partido Ciudadanos, que preside Xavier Pericay, también exmiembro de la Jaume III. Según sus explicaciones, Font y los otros cuatro dimisionarios querían que la Fundació fuese una entidad estrictamente cultural, defensora de las modalidades lingüísticas de cada isla, pero no un movimiento político.
Sin embargo, el cónclave de Sant Elies del miércoles, donde la dirección dio cuentas de la marcha de Font y otros patronos, iba hacia otro lado. Se centró en el ataque al kiosko de l'Assemblea Sobiranista. La Jaume III le daría 'llosques' a Soler, pero «me contengo». Según la grabación, una de las causas del cisma es que Font Rosselló no supo contenerse... con la nota de prensa que hizo... y con el kiosko a hacer puñetas.
Turbulenta reunión de la Fundació Jaume III: «Todos tenemos ganas de pegarle 'dues llosques' a Cristòfol Soler. Yo el primero»
Audio de la reunión en la Fundació Jaume III. | Redacción Menorca
Joan Riera | Palma |