Todos los centros educativos públicos de Baleares contarán el próximo curso 2018-19 con la figura del agente de coeducación, encargado de dinamizar y coordinar actuaciones en el marco del Pacte contra la Violència Masclista y de la Llei d'Igualtat i Contra la Violència de Gènere.
Así se trató este martes en una reunión de seguimiento de la aplicación de las medidas del pacto en los centros educativos. Entre otros, a la reunión asistieron Jaume Ribas, director general d'Innovació i Comunitat Educativa; Marta Escoda, directora del Institut per a la Convivència i l'Èxit Escolar, y Rosa Cursach, directora del Institut Balear de la Dona.
Teniendo en cuenta que la educación es fundamental en la lucha contra la desigualdad y la violencia de género, la Conselleria invirtió el pasado curso 800.000 euros en medidas de fomento de la coeducación y la igualdad.
Escoda y Horrach explicaron a este periódico que «el agente de coeducación es un docente que dedica una hora semanal, entre otras iniciativas, a coordinar el plan de igualdad de cada centro, dinamizar acciones para toda la comunidad educativa, revisar que el material didáctico y escolar no promueva la desigualdad, formar al resto de docentes y tener una visión general para prevenir situaciones de desequilibrio de género u homofobia».
Actualmente, ya hay centros públicos que cuentan con un agente de coeducación, pero el próximo curso todos ellos deberán disponer de esta figura, así como todos los consells escolars. El pasado curso, 120 profesores recibieron formación como coeducadores.
La educación pública siempre estará chuleada por políticos y por iluminados. Ingenieros sociales que se creen que pueden dirigir las vidas de los demás desde un despacho. Es llanamente la arrogancia de unos mal llamados intelectuales, y la dejadez y la aceptación de la servidumbre por el resto. La educación pública enseñan ideales socialistas, comunistas, post verdad, progresismo, buenísmo, y marxismo cultural al estilo Antonio Gramsci. Mi propuesta es liberalizar la educación y el estado implante el cheque escolar. Eso quiere decir que el gobierno da un dinero por hijos a los padres, para que lo gasten en educación. La que ellos quieran. Haciendo eso, cada familia puede educar a sus hijos con los valores que uno quiera. Además, se estimularía la sana competencia entre centros, y nos quitaríamos el lobby de los profesores y sus privilegios en un segundo. Ya no habría grupos de presión por el presupuesto, porque cada familia tendría la capacidad de decidir libremente.