La localidad de Sant Llorenç se encuentra completamente anegada, con al menos cinco fallecidos,unos 20 desaparecidos, heridos y decenas de coches a merced del agua, tras desbordarse el torrente a causa de un diluvio que dejó 175 litros por metros cuadrado en pocas horas. Dos de los fallecidos eran turistas británicos que circulaban en un taxi cuando la riada los sorprendió. El conductor del taxi también se halla en paradero desconocido.
La Guardia Civil ha enviado a todas sus unidades disponibles a socorrer a los vecinos en apuros y el 112 hablaba de «auténtico desastre». Unidades del ejército también se prepararon para ofrecer ayuda a la zona, en la que han actuado durante toda la noche los Bombers de Mallorca así como todos los servicios de emergencias disponibles. hay constancia de ninguna víctima mortal: «Hemos de revisar vehículo por vehículo, pero no hay luz y están cubiertos de barro o flotando. Hasta mañana (este jueves) no podremos hacerlo», explicó un mando de la Guardia Civil.El primer fallecido del que se tuvo constancia fue un hombre mayor que se encontraba en su casa en la calle Ordines de Sant Llorenç, al que sorprendió la tromba de agua en el subterráneo de su vivienda.
El pueblo se quedó sin luz, no funcionaban los móviles y muchos se quedaron atrapados en tejados, azoteas y árboles.Otros tantos no pudieron acceder a sus casas por los destrozosen la carretera, que también se han dado en puntos de Artà y Manacor. Precisamente en Manacor han pasado la noche numerosos afectados, para los que el Ayuntamiento ha abierto el pabellón municipal Miquel Àngel Nadal. También se han puesto a su disposición algunos hoteles de la costa.
Durante toda la tarde llovió de forma escalonada, pero sobre las 18.00 horas el torrente que atraviesa el pueblo se desbordó y el caos se adueñó de las calles. Coches flotando, vecinos aterrorizados en las azoteas y casas con más de un metro de agua y barro era la estampa dantesca que presentaba Sant Llorenç a esas horas.
«Han sido horas muy largas, no paraba de llover y había agua por todos lados. Los coches eran arrastrados como peleles. Ha sido increíble», ha explicado uno de los vecinos, que grabó en vídeo la riada. Varias personas resultaron heridas y no se descartan más víctimas: «Hemos de revisar vehículo por vehículo, pero no hay luz y están cubiertos de barro o flotando. Hasta mañana (este jueves) no podremos hacerlo», explicó un mando de la Guardia Civil.
La consternación ha sido la tónica habitual y numerosas autoridades de todos los ámbitos han mostrado su solidaridad con las víctimas, desde la presidenta del Govern, Francina Armengol, el presidente del Consell, Miquel Ensenyat, o el mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.