La economía balear se está contagiando del proceso de desaceleración de las economías del entorno y la previsión es que crezca en 2019 en torno al 2 %, según la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB).
Las previsiones de crecimiento de Baleares en 2019 de los empresarios se sitúan por debajo de la media española por primera vez en los últimos siete años, tanto en términos de PIB (2 % de Baleares frente al 2,1 % de España) como de empleo (2,1 % de las islas frente al 2,2 % de España).
Balears cerró 2018 con un aumento de su economía del 2,7 %, seis décimas menos que en 2017 (3,3 %), ya que el consumo privado y el sector servicios aflojaron su ritmo de crecimiento.
La CAEB demanda “reformas profundas» que permitan mejorar la productividad y «prudencia» para evitar políticas económicas que repercutan negativamente en la economía.
La patronal ha dado a conocer este lunes su informe de “Evolución Económica” del cuarto trimestre de 2018.
El crecimiento económico del 2,7 % de 2018 está en consonancia con la economía española, que creció el 2,5 % frente al 3 % de 2017, y de la Unión Europea, con un 1,9 % en 2018 y 2,4 % en 2017.
La presidenta de CAEB, Carmen Planas, ha señalado que en este contexto de desaceleración «pedimos» a las administraciones «reformas profundas que permitan a nuestra economía mejorar la productividad».
En segundo lugar, la líder empresarial ha requerido «prudencia» y «evitar políticas económicas» que afecten negativamente a la econonomía. Según estas decisiones, se intensificará la desaceleración o, por contra, la economía encontrará apoyos para revertir la situación.
De igual modo, la presidenta de CAEB ha mostrado su preocupación por los salarios porque «no es sostenible que continúen subiendo mientras que la productividad en Baleares sigue decreciendo y se mantiene por debajo de la media, a la vez que continúan subiendo los impuestos”.
“La redistribución de la riqueza también tiene que ser sostenible y subir salarios e impuestos sin que aumente la productividad no es sostenible”, ha reiterado. El informe apunta como principal causa de la ralentización del crecimiento a la menor contribución de los «pilares» de la recuperación económica: la demanda interna, fundamentalmente el consumo de los hogares, y los servicios, en particular el sector turístico.
El consumo de los hogares creció en el último ejercicio a un ritmo del 2,7 %, por debajo del 3,2 % de 2017.
Desde el punto de vista de la oferta, el sector servicios creció un 2,7 %, seis décimas menos que en 2017 (3,3 %).
El informe apunta que, en el ámbito turístico, el crecimiento en la llegada de visitantes (1,6 %) ha tendido a normalizarse tras varios ejercicios de una intensa trayectoria (6,3 % en 2017 y 10,5 % en 2016). La razón principal está en la recuperación de la demanda turística de algunos de los principales destinos turísticos de la ribera sur y oriental del Mediterráneo.
Con todo, el ejercicio se ha saldado con un volumen de pernoctaciones hoteleras que prácticamente iguala el máximo histórico de 2017 (59,4 millones), lo que ha permitido sostener, en gran medida, el nivel de ocupación medio de las plazas disponibles (76,9 % en 2018 y 78,4 % en 2017).
El menor tono de la industria del último ejercicio contrasta, no obstante, con el comportamiento de la actividad en el sector de la construcción, cuyo crecimiento en 2018 se ha acelerado hasta el 4,7 %, ocho décimas más que en 2017 (3,9 %).
Desde esta perspectiva, la construcción se está viendo especialmente favorecida por el aumento de la inversión por la reactivación de la demanda residencial y la planificación de proyectos de ampliación o reforma de infraestructuras turísticas.
Por territorios, Menorca creció un 2,2 % en 2018 frente al 2,9 % de 2017, mientras que Eivissa y Formentera un 3,4 % en 2018 frente al 3,6 % de 2017, lo que ha ampliado el diferencial que separa el ritmo de avance de ambos territorios, indica este informe empresarial.