Directivos y representantes de la división hotelera de Thomas Cook se llevaron el pasado viernes a Londres seis millones de euros procedentes de las cajas de los veinte establecimientos que tienen operativos en Baleares. Es decir, dos días antes de que diera a conocer en la capital británica la declaración de quiebra el consejero delegado de Thomas Cook, Peter Fankhauser.
Desde el pasado 20 de agosto, según fuentes hoteleras y de empresas de distribución de alimentos y bebidas de las Islas, «el touroperador no hacia efectivo ningún pago, previo aviso de que hasta mediados de octubre no se abonaría ninguna cantidad de dinero por cuestiones operativas».
Desde el 20 de agosto hasta el domingo 22 de septiembre, según las mismas fuentes, «el grupo turístico se ha dedicado a hacer caja únicamente y a pagar las nóminas de agosto a los trabajadores de sus establecimientos para que estuvieran operativos al cien por cien y los clientes estuvieran atendidos».
La noticia de la estrategia de que los directivos o representantes de la división hotelera del grupo británico estaban recaudando dinero en los hoteles del touroperador ha transcendido en las asambleas de las patronales turísticas, realizadas en los últimos días, por informaciones facilitadas por trabajadores de los hoteles bajo gestión directa de Thomas Cook. Se supone que los directivos regresaron a Londres con el dinero en un jet privado.
El despacho de abogados palmesano Monlex, según la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), sigue informando a todos los asociados de la patronal hotelera para que inicien a la mayor brevedad todas las reclamaciones de cantidades de dinero pendientes de cobro, ya que el proceso liquidador en la capital británica se iniciará en los próximos meses.
La FEHM, Federación Balear de Transporte de Baleares y la Asociación de Distribuidores de Bebidas y Alimentos siguen recabando, en este sentido, información para concretar el volumen global de la deuda que Thomas Cook deja en las Islas. Todo ello servirá luego, según fuentes jurídicas, para establecer las oportunas reclamaciones judiciales.
Al margen de los problemas de liquidez e impagados, el otro frente de actuación en el que están inmersos hoteleros, Govern y resto de operadores turísticos es evitar que la conectividad aérea desde Alemania y el Reino Unido a Baleares se deteriore más.
El conseller de Mobilitat, Marc Pons, anunció este jueves que el Govern iniciará en breve contactos con compañías aéreas y touroperadores para suplir el hueco que deja Thomas Cook. Esta estrategia se puso de manifiesto en el transcurso de la reunión del Comité de Coordinación del Aeropuerto de Palma.
Tanto hoteleros como transportistas y distribuidores coinciden en señalar que el objetivo prioritario «es propiciar los canales adecuados para que los turistas que tenían previsto venir a Mallorca y resto de islas lo puedan hacer con otros comercializadores para minimizar el impacto, y que la temporada de invierno no se vea alterada de forma sustancial por el descenso del turismo británico y alemán».