La economía balear se situará a la cola del crecimiento en el conjunto de España el próximo año. Así se desprende del último informe del servicio de estudios del BBVA publicado este lunes en el que revisa a la baja la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) de las Islas tanto para este año como para el 2020.
En el próximo ejercicio Balears y Canarias serán las comunidades donde menos crecerá el PIB, según la entidad y como se aprecia en el gráfico adjunto, debido, en gran parte a la «desaceleración del turismo extranjero», como apunta el informe. En este sentido, la entidad indica que los datos señalan un menor avance en las pernoctaciones de visitantes extranjeros en los principales destinos españoles como efecto, principalmente, de la menor demanda europea y de la competencia de los países mediterráneos que habían cedido visitantes con los episodios de tensión geopolítica.
En su último estudio, el BBVA prevé que la economía balear avance un 1,8 % este año y un 1,2 % en 2020. Se trata de unas estimaciones por debajo de las realizadas por la entidad a principios de marzo de este año, cuando presentó su informe de coyuntura en la comunidad. Hace poco más de medio año que la entidad estimó un crecimiento económico en las Islas del 2,2 % para este ejercicio y del 1,8 % para el próximo.
Sin embargo, las Islas no son la única autonomía donde el BBVA rebaja sus previsiones de crecimiento, pues la entidad habla de una desaceleración generalizada, aunque más acusada en las islas y el noroeste. «Los datos más recientes de actividad revelan que la economía está creciendo más débilmente de lo que se anticipaba antes del verano», sostiene el estudio regional.
Esta ralentización de la economía está motivada por la incertidumbre tanto externa como interna, aunque con impactos muy heterogéneos, según la entidad. Así, indica que Baleares y Canarias podrían ser las comunidades más afectadas por las incógnitas relacionada con el Brexit. El informe sostiene que en los últimos meses se ha producido un repunte de los temores sobre el desenlace de la salida del Reino Unido de la Unión Europea y que si bien a largo plazo el efecto económico dependerá del desenlace de las negociaciones, las dudas actuales al respecto «pueden estar teniendo un efecto negativo sobre la actividad», por lo que las comunidades dependientes del Reino Unido «son especialmente vulnerables». El aumento de las tensiones comerciales es otro factor de riesgo, al igual que la inestabilidad política en España.