Los sindicatos de Educación presentaron este martes a la Conselleria una renuncia a asistir a la Mesa Técnica de negociación hasta que nos les atienda el conseller Martí March. Sobre la mesa: la polémica del control horario y registro de entrada de la jornada laboral, un conflicto abierto en la comunidad educativa desde que se pusiera en marcha el sistema Gestib del Govern al inicio de este curso escolar.
Encuestas internas del sindicato STEI aseguran que el 82 % de las 865 participantes están en contra del sistema oficial y un 96 % dice que no aporta nada y que crea malestar. Nada que ver con las cifras que maneja la Conselleria. Según el director general de Planificación, Antoni Morante, que se ha reunido con la dirección de los 300 centros de educación primaria, secundaria y de adultos de Baleares, «calculamos que tres cuartas partes están conformes con este sistema». Así pues el control horario está enfrentando a las direcciones de los centros con los profesores, ya que la Conselleria ya ha anunciado que se abre a la petición de que cada escuela decida el sistema que quiere llevar a cabo.
«Los centros podrán elegir pero la propuesta es del equipo directivo al Consell Escolar y el claustro de profesores la puede valorar pero no es vinculante. Pedimos que los profesionales tengan voz y puedan decir la suya», especifica Cosme Orell, secretario gereral del STEI, como uno de los principales escollos en la negociación. «Hasta que no nos reciba el conseller no queremos participar en una Mesa Técnica», asegura en nombre de todos los sindicatos.
«Queremos volver al control antiguo en el que cada centro se organizaba a su manera», añade Lluís García, de Alternativa. Antes el director o jefe de estudios llevaba la cuenta de quién faltaba al centro y con el sistema Gestib, se quejan de que hay muchas incidencias y que es insuficiente para controlar a tanto personal. «Se ha generado un malestar en los centros que antes no existía».
Y es que la aplicación se pensó para dar respuesta a 300 centros y catorce mil profesores. «Se han dado situaciones muy diversas que hemos ido corrigiendo, cualquier ajuste se ha hecho de forma inmediata, estamos en periodo de pruebas», justifica el director general, Antoni Morante. «Gestib nació precisamente como una petición de los directores para unifficar los sistemas».