La Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes ha destinado 14.814.852 euros a pagos de la Renta Social Garantizada (Resoga) durante el estado de alarma por la pandemia, que ha abonado a 20.519 personas entre abril y junio.
La consellera Fina Santiago ha subrayado que «la decisión de invertir esta importante cuantía para ayudar a las personas que sufrieron de forma más negativa las consecuencias de la crisis provocada por la COVID-19 es la demostración clara de las prioridades que tiene este Govern». Los 14,8 millones se han repartido por tres vías: la Resoga ordinaria, la extraordinaria COVID-19 y la prestación económica COVID-19.
En los tres casos se ha aplicado el mismo baremo económico, de manera que, por ejemplo, en núcleos familiares de un solo miembro, han recibido 459 euros; de dos miembros, 596; de tres, 688 y en núcleos de cuatro miembros, 734 euros.
La Resoga ordinaria, vigente en Baleares desde mayo de 2016, es para colectivos vulnerables y personas en situación de pobreza crónica. A lo largo del 2019, el número de titulares se había estabilizado en unas 8.500 personas, de quienes 6.160 son perceptores de pensiones no contributivas (PNC) y el resto corresponde a familias, lo que se traduce en alrededor de 15.000 beneficiarios y una inversión de 5.834.354 euros.
La Resoga extraordinaria y la prestación social COVID-19, son dos prestaciones excepcionales creadas por el Govern el pasado 1 de abril para ayudar a todas aquellas personas que, a causa de la paralización de la economía, se quedaron sin ningún tipo de ingresos ni derecho a percibir ninguna prestación económica.
De la Resoga extraordinaria se han abonado 6.231.059 euros. Se recibieron 8.723 solicitudes de las que se han aprobado 6.254. Con esos 6.254 titulares de la Resoga extraordinaria, se ha llegado a 10.831 beneficiarios (solo 3.397 de los titulares viven solos, 1.385 ayudas han ido a hogares con dos miembros; 815 con tres; 414 con cuatro y 243 con cinco o más).
Podían pedirla todos los mayores de 18 años que se hubieran quedado sin ingresos y tenían que tramitarla en los ayuntamientos, mediante un informe social.
Por islas, en Mallorca ha habido 4.890 titulares de la Resoga extraordinaria y 8.648 beneficiarios; en Menorca 391 titulares y 640 beneficiarios; en Ibiza 656 titulares y 1.062 beneficiarios; y en Formentera: 317 titulares y 481 beneficiarios.
En cuanto a la prestación social COVID-19, para personas con una situación administrativa irregular, en situación de vulnerabilidad extrema provocada por la crisis sanitaria, la Conselleria optó por aprobar subvenciones a seis entidades del tercer sector que conocían de primera mano la situación de estos colectivos que se ven abocados a trabajar en la economía sumergida, especialmente en el cuidado de las personas mayores, el servicio doméstico, la prostitución o los vendedores ambulantes.
En total, la inversión fue de 2.749.438 euros: Cáritas Mallorca ha percibido 1.444.002 euros, Cruz Roja 640.572 euros, Cáritas Menorca 93.205 euros, Cáritas Ibiza 183.287 euros, Médicos del Mundo 237.392 euros y Casal Petit 150.978 euros.
Estas ayudas han llegado a 2.377 hogares y 4.385 personas se beneficiaron de ellas.
Por islas, en Mallorca han llegado a 3.653 beneficiarios, en Menorca a 163 beneficiarios, en Ibiza a 294 beneficiarios y en Formentera a 130 beneficiarios.
A estas ayudas se suman las tarjetas comedor, la dotación económica a las entidades que distribuyen alimentos y el aumento presupuestario a los ayuntamientos para dar salida a las peticiones de emergencia social.
«No sólo tenemos que proteger a las personas del virus, también tenemos que activar medidas para reducir el impacto que tiene sobre otros aspectos de la vida y mantener todo el sistema social, siempre frágil en tiempo de crisis», ha asegurado Santiago.