Es un runrun que ya se escucha en los grupos de Whatsapp de padres de alumnos: algunos progenitores ‘insumisos' plantean la posibilidad de que sus hijos, de Infantil y Primaria, no acudan a las clases presenciales por temor al contagio. Todo esto después de medio año sin clases y con un avance del curso desigual en el alumnado. En la Conselleria de Educación, mientras tanto, se trabaja en «todos los escenarios posibles y garantizando la presencialidad».
El nuevo curso arranca el 10 de septiembre y ante el alza de contagios, ya surgen iniciativas en Change.org que reclaman que los alumnos de Infantil y Primaria puedan quedarse en casa si así lo desean sus padres. Uno de los argumentos que plantean a la ministra de Educación, Isabel Celaá, es que «las clases deberían ser telemáticas, con avance [en la materia] aunque sea más lento y evaluables, hasta que cesen los contagios en cada provincia».
En este sentido, desde la Federació de Associacions de Famílies d'Alumnes de Mallorca (Fapa) advierten que «ya hemos visto plataformas en Madrid que se están organizando para que sus hijos no acudan a clase presencial y esta es una pregunta que tenemos pendiente con la Conselleria de Educación», señala Albert Lobo. «Desde Fapa siempre hemos defendido la educación presencial frente a la on line, siempre según las circunstancias. Si la situación es la de ahora, y ni los chicos ni los docentes son pacientes de riesgo, estamos a favor de que vayan a clase». De hecho, ya le ha llegado el caso de padres que pueden teletrabajar y se ofrecen a dejar a sus hijos en casa «para bajar los ratios por clase».