El número de menores contagiados de COVID-19 se ha incrementado en Balears. Sin embargo, suele afectarles de manera diferente que a los adultos y,por lo general, suele hacerlo de forma más leve.
La coordinadora de Pediatría del IB-Salut, Marga Cañellas, explica que «según los datos disponibles hasta la fecha, los niños con COVID-19 tienen mejor pronóstico que los adultos, registrándose menos casos graves que en adultos, y los casos leves se recuperan en 1-2 semanas después del inicio de la enfermedad».
En este sentido, expone que «las manifestaciones clínicas englobadas bajo el término COVID-19, incluyen entre otros, cuadros respiratorios que varían desde el resfriado común hasta cuadros de neumonía grave con síndrome de distrés respiratorio, shock séptico y fallo multiorgánico. También pueden aparecer síntomas digestivos, de la esfera ORL, neurológicos y se ha relacionado también con cuadros dermatológicos».
También añade que «en la edad pediátrica no es infrecuente la presentación de COVID-19 con ausencia de fiebre y/ o solo febrícula o la presentación clínica con síntomas gastrointestinales (vómitos y diarrea) y/o abdominalgia…).»
Cañellas precisa que en niños y adolescentes «la presentación clínica de la enfermedad parece algo similar a la gripe. En el ensayo clínico más grande de 171 niños de Wuhan, se informó de fiebre en el 41 % (71 de 171), tos en más del 50 % (83 de 171), taquipnea en el 28 % (49 de 171). En 27 de los pacientes no hubo síntomas en absoluto (15,8 %). En la presentación inicial, muy pocos niños necesitaron suplementos de oxígeno (4 de 171, el 2.3%)».
En este sentido, indica que «otros síntomas como diarrea, fatiga, secreción nasal y vómitos se observaron únicamente en menos del 10 % de los niños. En la serie de casos de Zhejiang, hasta 10 de 36 pacientes (28 %) no tenían ningún síntoma. Ninguno de los niños tenía una saturación de oxígeno por debajo del 92 %».
En relación a los neonatos y lactantes, la coordinadora de Pediatría del IB-Salt destaca que «no se ha confirmado hasta el momento la transmisión vertical de madres a hijos de la COVID-19 y con los datos hasta el momento no puede predecir si habrá complicaciones de COVID-19 en recién nacidos y lactantes a largo plazo en esta etapa de la pandemia».