Había muchas esperanzas puestas en los test de antígenos por su capacidad para diagnosticar la COVID-19 en apenas quince minutos en los pacientes que presentan síntomas. Sin embargo, un estudio puesto en marcha en Balears arroja una información preliminar en la que parece que «su efectividad baja mucho en personas asintomáticas», explicó la consellera de Salut, Patricia Gómez.
El objetivo inicial era hacer valer los antígenos en residencias, colegios e incluso puertos y aeropuertos para controlar la llegada de turistas, pero si se confirma su poca fiabilidad para los asintomáticos esta función no tendría ningún sentido.
De momento, el test rápido ha empezado a aplicarse en los centros de salud y permite agilizar el diagnóstico de las personas que presentan síntomas en los primeros cinco días de infección, cuando la carga viral es más alta. Salut ha comprado ya 850.000 unidades.