Entre 600 y 1.000 euros el viaje en patera desde Argelia a Mallorca. La declaración del ocupante de una patera ha aportado datos sóbre cómo funcionan las bandas organizadas que explotan la ruta de inmigración entre el norte de África y las Islas y que ha roto todos sus récords en los últimos meses. Además, el testimonio ha llevado a la detención de dos de los responsables de uno de estos grupos. Es la primera vez que se arresta casi por completo a una de estas organizaciones más allá de las detenciones que se han producido en otras ocasiones del piloto que guiaba las pateras.
El inspector jefe del Grupo II de la Ucrif de la Policía Nacional, Gonzalo Calleja, explicó ayer que el tráfico está controlado por pequeñas organizaciones independientes entre ellas. Captan a jóvenes, alquilan la embarcación y al menos llevan una persona en cada patera: «Hace falta alguien con conocimientos marinos, al menos uno es necesario».
El grupo desarticulado ahora llegó el pasado 28 de octubre a Formentera en una patera en la que iban 11 personas. Una de ellas dio positivo por COVID y así los ocupantes quedaron confinados, varios de ellos en un hotel de Mallorca. Durante la investigación, el grupo de sospechosos dio una paliza a uno de los prinicpales testigos. En este caso se ha identificado a los tres principales implicados: el encargado de captar a los migrantes, el que se ocupa de la logísticia y de adquirir botes y motores y, por último, a quien ejecuta los cobros a los inmigrantes.
Según la Policía Nacional, los miembros de grupo, una vez que están en España, suelen intentar regresar a Argelia y ellos mismos se pagan el avión. Una vez de vuelta, intentan montar una nueva expedición. De hecho, uno de los ahora detenidos lo había sido ya en otra ocasión hace dos años. La actuación de estas mafias es independiente entre ellas.
La Ucrif (Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales) descarta que exista una coordinación entre ellas y atribuye las oleadas con más de una decena de migrantes a que aprovechan situaciones favorables climatológicas o de menor vigilancia de la policía en Argelia, lo que provoca esa coincidencia.
«Efecto llamada» por el cierre de las fronteras
Entre las causas de la oleada de pateras durante la última semana, el inspector Calleja apunta a un efecto llamada derivado del cierre de fronteras. «Saben que ahora se quedan y que antes en uno o dos meses estaban de vuelta en Argelia», señaló. En lo que va de año, a las Islas ya han llegado más de un millar de migrantes y se han producido oleadas de más de 200. Son cifras que duplican las del año pasado que ya había sido récord.