El Govern adelanta el toque de queda a las 22 horas en Mallorca; hasta ahora era a las 00:00 horas. Así lo ha anunciado este miércoles la presidenta del Govern, Francina Armengol. Esta es una de las nuevas restricciones que ha aprobado el Consell de Govern con la finalidad de frenar la propagación de los contagios de COVID-19. Esta medida entrará en vigor este jueves y se prorrogará hasta el día 21 de diciembre, cuando se volverá a evaluar la situación.
«La situación está empeorando en Mallorca», ha manifestado la presidenta. La incidencia acumulada en 14 días es de 260 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que hace una semana era de 223. No obstante, ha precisado que la situación sanitaria no es tan preocupante. La presidenta ha expresado su deseo de que en una semana la incidencia acumulada pueda bajar a 223 y ha señalado que es posible. En este sentido, ha precisado que los bares y restaurantes de la Isla también tendrán que cerrar a las 22:00 horas. El Consell de Govern ha aprobado ayudas valoradas en cinco millones de euros para que puedan instalar los aparatos necesarios para garantizar la seguridad. El conseller de Treball, Iago Negeruela, ha convocado para este jueves al sector de la restauración.Cierre del interior de bares y restaurantes en tres municipios
La presidenta también ha informado que en Lloseta, Sóller, Muro, también se cerrarán el interior de bares y restaurantes, igual que se está haciendo en sa Pobla. Estos tres municipios tienen una incidencia acumulada muy elevada y la previsión es que siga subiendo. Preguntada por las Navidades, la presidenta ha explicado que el día 21 se evaluará la situación de cada una de las islas. El Govern no se ha planteado realizar un cierre perimetral, ya que hay incidencias muy concretas en lugares muy puntuales. En este sentido, ha asegurado que se intenta afectar lo menos posible los derechos de la ciudadanía. La presidenta ha justificado el empeoramiento de la situación epidemiológica porque es una enfermedad que evoluciona con dientes de sierra. «Nos ha tocado vivir un momento histórico terrible», ha declarado. Además, ha señalado que aún no hay cura y ha destacado que en los momentos de relajación social es cuando se producen más contagios. «Soy consciente de que la gente está muy cansada y necesita abrazar a alguien». No obstante, ha advertido que un abrazo o un beso a un abuelo en estos momentos puede ser el último. Armengol ha explicado que las medidas que funcionan son el distanciamiento social, el uso de la mascarilla, el lavado de manos y la buena ventilación. Además, ha recordado que en Ibiza han funcionado muy bien las medidas adoptada para frenar los contagios.