Victoria de los independentistas y retroceso de los constitucionalistas. Esta es una de las lecturas que se pueden hacer de los resultados de las elecciones celebradas este 14 de febrero en Cataluña.
En concreto, los partidos independentistas lograrían 74 escaños, cuatro más que en las elecciones celebradas en 2017. Por tanto, superan con creces la mayoría absoluta, fijada en 68 escaños.
Se decía que el independentismo estaba agotado, pero estas elecciones han puesto de manifiesto que nada más lejos de la realidad, ya que han logrado mejorar su resultado.
Oriol Junqueras ha participado en la campaña electoral, pese a estar en prisión, debido a que ya ha obtenido el tercer grado; al igual que el otros políticos presos por el I-O. Carles Puiddemont, huido a de la Justicia, no ha podido hacerlo de forma presencial.
Cabe recordar que esta semana Junts, ERC, CUP y PDeCAT han firmado un documento asegurando que no pactarán con el PSC la formación de un Govern. El candidato socialista, Salvador Illa lo ha definido como «la foto de Colón del independentismo».
El independentismo ha celebrado el resultado electoral y uno de los primeros en hacerlo ha sido el expresident de la Generalitat, Quim Torra, que ha calificado en Twitter de «rotunda» la vitoria.
Probablemente, la abstención ha perjudicado más a los partidos constitucionalistas. Ciudadanos ha sufrido una auténtica hecatombe, ya que ha perdido 30 escaños, sólo ha logrado seis. En 2017 la candidatura liderada por Arrimadas se hizo con la victoria, aunque no llegó a optar a la formación de gobierno.
El Partido Popular también ha empeorado sus resultados, ha perdido un escaño y sólo ha logrado tres.
Vox sí ha irrumpido con fuerza en el Parlament catalán, ya que ha conseguido 11 diputados. De este modo, ha dado el sorpasso al PP y a Ciudadanos.