Los roces de los confinamientos han podido menos que la crisis económica. 2020 fue el año con menos divorcios en Balears de los últimos quince y los últimos meses del año tampoco revirtieron esa tendencia. En total, en las Islas se rompieron 2.543 matrimonios, un 13,8 por ciento menos que un año antes. El descenso es más acusado en los divorcios contenciosos, en los que no hay acuerdo entre los miembros de la pareja sobre las condiciones y que se someten a un procedimiento judicial. Cayeron un 19 por un diez de los de mutuo acuerdo. Es un mecanismo más largo y también, más caro. Lo positivo es que, la vía negociada cada vez es más mayoritaria y son ya más casi el doble los consensuados que los contenciosos.
Con todo, Baleares aún es una de las comunidades en las que más rupturas de pareja pasan por los juzgados, según los datos del Consejo General del Poder Judicial. Por cada diez mil habitantes, en el cuarto trimestre se registraron 6,8 demandas de disolución matrimonial. Solo hay más en la Comunitat Valenciana, con siete y la media nacional es de 6,1.
En los primeros meses de verano, tras el confinamiento más estricto, los abogados matrimonialistas notaron un fuerte aumento de las consultas en sus despachos. Sin embargo, no se han traducido en un incremento de los divorcios ni tampoco de las demandas para modificar medidas de un convenio previo de divorcio, que también cayeron un 14 por ciento, en el caso de las no consensuadas, que fueron 729. El freno está en la situación de crisis económica que, como ya ocurrió con la de 2008, hace que parejas en crisis opten por continuar ante el coste de la separación.