En el peor de los escenarios, alrededor de 833 hectáreas de Baleares se inundarían de forma permanente en 2050 debido al aumento del nivel del agua de entre 18 y 35 centímetros como consecuencia del cambio climático.
Los efectos de este incremento, algo ya inevitable, implicaría múltiples pérdidas no solo territoriales, sino económicas o de población. Por ejemplo, los expertos han indicado que en tres décadas unas 800 personas se podrían ver afectadas por estas inundaciones y para 2100, en el peor de los escenarios, en torno a 14.000.
Estos cálculos son solo una pequeña parte del resultado final del proyecto 'Costes pel Canvi' que da a conocer la realidad de los efectos del cambio climático en las costas de Balears.
En el estudio, que ha tenido una duración de cuatro años, ha sido realizado por el Sistema d'Observació i Predicció Costaneres de Balears (ICTS SOCIB) con los investigadores de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y el Institut Mediterrani d'Estudis Avançats - IMEDEA.
El vicepresidente i conseller de Transició Energètica, Sectors Productius i Memòria Democràtica, Juan Pedro Yllanes, ha mencionado que «nos encontramos en un escenario de emergencia climática, y como sociedad llegamos tarde. Hay que comenzar a actuar ya y de forma urgente».
Las costas de Balears son vulnerables al cambio climático, cuyos efectos ya han penetrado en los últimos años en esta zona del Mediterráneo como son las temperaturas más altas en invierno, olas de frío como lo fue 'Filomena', aumento de las noches tropicales o borrascas cada vez más agresivas.
Catástrofes
En el estudio se ha valorado y cuantificado la exposición de los elementos del sistema socioeconómico y ambiental de todo el archipiélago con inundaciones tanto permanentes como temporales asociadas al aumento del nivel del mar para los escenarios 2050 y 2100. Así, han establecido en el informe seis situaciones distintas, que variarían dependiendo del nivel marítimo.
En 2050, los resultados concluyen la perdería de 87 edificaciones de forma permanente y más de 772 para 2100 si no se actúa antes para frenar las emisiones de efecto invernadero. Y más del 80 % de la superficie de espacios naturales como l'Albufereta de Pollença o l'Abufera de Mallorca desaparecería.
Por otra parte, se calcula que cerca de unos 80 establecimientos hoteleros se verían afectados en 2100, en concreto los ubicados en zonas como la bahía de Alcúdia.
Los investigadores Lluís Gómez, Pablo Luque, Marta Marco y Alejandro Orfila han analizado los efectos de las inundaciones y la erosión sobre 163 playas arenosas del archipiélago.
De estas, los resultados han demostrado que el 20 % de su superficie podría desaparecer, en el pero de los casos, en 2100. Entre las playas destacaría Cala Major, Illetes o la del port de Manacor, entre otras.
En cuanto a las pérdidas de los servicios ecosistémicos, centrada en la función recreativa que tienen las playas de esta Islas para el turismo, se prevé un impacto de entre 651 y 1.325 millones de euros para 2050, y para el escenario de 2100 se daría dos resultados: pérdidas de entre 1.200 y 2.800 millones si Baleares sí asume reducir los gases de efecto invernadero, y hasta 3.400 millones de no paliar la problemática.
En términos relativos, los datos del primer escenario representarían el 4 % del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que en el peor de los casos, en 2100, equivaldría al 10 % del PIB de 2019.
«El cambio climático debe entrar en la agenda de planificación del Govern y adoptar medidas para llegar a 2100 con las mejores condiciones posibles», ha resaltado el investigador de la UIB Lluís Gómez.