La actriz Judi Dench baja con algo de ayuda los escalones, pero una vez sentada la habitación cambia. Todos los ojos se fijan en ella y como solo puede hacerlo quien domina el escenario como ella, el ambiente es diferente con su presencia. Tiene 86 años, sí, pero dice poder «recitar Sueño de una noche de verano del tirón ahora mismo», y la creemos. Este domingo recogerá, en presencia de la Reina Letizia, el premio Masters Of Cinema que le otorga el Atlàntida Mallorca Film Festival en la sesión de clausura de este domingo por una trayectoria en cine –aunque también teatro, su verdadera pasión– tan larga y laureada que daría para un sinfín de películas y obras sobre ella. Y todavía quedarían cosas en el tintero.
Dench, que además presenta en el festival dos cintas, Un espíritu burlón y El viaje de sus vidas, define el poder estar en la Isla como «una explosión de fuegos artificiales» tras año y medio sin salir del Reino Unido. No es su primera visita: «Vine en los 50 y me enamoré de Mallorca de tal modo que no ha disminuido ni un ápice en todos estos años».
Su filmografía es extensa e incluye siete nominaciones a los Oscar, coronándose con Shakespeare in Love como la Isabel I. Frears comenta que «es perfecta para hacer de reina» no solo por venir del teatro, donde «todos hacen esos papeles», sino por ser «un poco mandona», como ella le recuerda. Juntos, de hecho, rodaron filmes como Philomena o Victoria &Abdul y la química entre los dos salta a la vista.
Aunque si hay un papel que Dench ha retomado en el cine es el de la saga James Bond por más de 20 años. Sobre ello comenta entre risas que «fue un asunto muy importante para mi marido quien me dijo: He esperado mucho para vivir con una chica-Bond». En cualquier caso, lo recuerda como una experiencia «muy sorprendente, disfrutable y algo intimidante».
No obstante, si hay una pasión para Dench esa es «Shakespeare». «Tuve la suerte de que al acabar la Escuela de Teatro pude entrar en el Old Vic haciendo de Ofelia y mi pasión ha ido creciendo desde ahí». Preguntada sobre su relativamente tardío salto al cine, comenta que fue algo natural y que «hace muchos años un productor me dijo todo lo que había en mi cara estaba mal para el cine y que nunca haría una película». Un visionario, sin duda.
Teatro
Y si se habla de Shakespeare, obviamente, se habla de teatro, donde «todo siempre es cambiante y es el público el que te informa de si lo estás haciendo bien o mal». Además, «lo más glorioso es que puedes hacerlo mejor la noche siguiente, no como en las películas que una vez que lo haces, ya está hecho», comentario que provoca que Frears se lamente de que a él solo le den «una oportunidad en lo mío».
La actriz también recuerda su papel en el National Theatre de Londres en Antonio y Cleopatra, junto a Anthony Hopkins, y rememora que «la representamos 100 veces y había una frase que yo sabía que tenía que hacer reír al público. Pues bien, me costó 99 intentos lograr esa risa. Esto es lo que me gusta del teatro».
También tuvo palabras sobre el feminismo, del que celebró que «está dando oportunidades a más gente, y esa es la única manera en la que deben ser las cosas. Es maravilloso que haya diversidad. Además, nunca ha habido suficientes papeles para mujeres en cualquier caso, así que es bueno que esto pase».
A sus 86 años, Dench destila una vitalidad y energía contagiosas, con proyectos personales y profesionales a la vista, como «aprender todos los sonetos de Shakespeare de memoria», y acumula logros como el «récord Guinness por ser la persona más mayor en posar para la portada de Vogue», algo que dice con amarga satisfacción. Esta noche, Mallorca pondrá su grano de arena con su reconocimiento, aunque para un huracán de vitalidad como ella, nunca es suficiente.