«Hemos enviado un correo a las familias para informar de los peligros que supone para los menores ver la serie El juego del calamar», explica la directora del colegio Ses Rotes Velles y presidenta de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria, Joana Maria Mas.
Este correo electrónico de alerta lo han recibido, de momento, padres y madres de alumnos del colegio público de Santa Ponça. Pero otros centros se plantean advertir también a las familias de sus alumnos.
«No hemos detectado que se imiten los juegos violentos de la serie pero sí que hablan de ella; como no es apta para menores hemos querido recordarlo a las familias para que estén atentas a ese nuevo fenómeno», añade Mas, que también es directora del colegio Ses Rotes Velles.
Juego y violencia
El hecho de que los menores vean El juego del calamar en la plataforma Netflix no sorprende a muchas familias. «Veo la serie y la comentamos con mis amigos, uno de ellos está realmente obsesionado y no piensa en otra cosa», reconoce Marc, un alumno de 12 años.
«Jugamos a El juego del calamar en grupo y también jugamos a solas con el ordenador porque hemos descubierto un juego en línea», añade Marc, que cursa primero de la ESO en Palma.
En ese sentido entre los chats que comparten los directores de escuelas y colegios de Mallorca «se habla de la serie y sus posibles consecuencias en las actitudes, en los comentarios y en la forma de relacionarse de los alumnos», explica la presidenta de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria de Mallorca.
«Tememos que el éxito de El juego del calamar pueda provocar posibles episodios de violencia como los surgidos con videojuegos violentos como ‘Fortnite' o con retos virales que banalizan el suicidio y las autolesiones», añade por su parte el presidente de la Asociación de Directores de Secundaria, Joan Ramon Xamena.
«Las familias tienen que saber cuáles son los contenidos que no deben ver sus hijos», insiste Joana Maria Mas. «Los directores y directoras hemos tenido que lidiar con casos de alumnos que veían contenidos violentos en casa y eso ha tenido repercusiones en la relación con sus compañeros, en ocasiones se han tenido que activar protocolos para evitar episodios de ‘bullying'», añade Mas.
Por su parte, el coordinador del programa Policía Tutor en Balears, Rafel Covas, reconoce que «nos estamos formando en lo que significa la serie porque compañeros de otras comunidades autónomas nos han alertado de sus peligros».
En Balears los policías tutores están «atentos a las redes, a los chats de whatsapp con los que pueden contactarnos los alumnos y a otras señales de alarma pero los centros aún no nos han requerido».
En ese sentido desde el Govern explican que aún no se ha dado ninguna indicación concreta frente a la serie pero reconocen que «los centros educativos tienen autonomía para advertir a las familias si lo creen conveniente», indican desde la Conselleria d'Educació.
Se trata de una medida que ya han tomado algunos centros como el de Ses Rotes Velles de Santa Ponça. «Cuando por conversaciones con los alumnos detectamos que algunos veían la serie decidimos tirar del hilo e interesarnos por sus hábitos en relación a los contenidos que consumen», aseguran desde la dirección del centro.
En ese colegio el año pasado tuvieron que lidiar con el caso de un alumno que empezó a tener comportamientos violentos a raíz de un juego de retos virtual, «eso se contagió a una parte del grupo y realizamos talleres y charlas de concienciación con las familias», explica la directora, Joana Maria Mas.
Familias
En una de esas charlas, que dieron agentes de la Policía Nacional, «se advirtió de que los padres son los que tienen que asumir las consecuencias legales de las acciones que realizan sus hijos», recuerda Mas.
Por eso en el colegio tienen claro que «las familias tienen que tener cierto control sobre lo que ven con sus hijos y sobre lo que ven sus hijos a solas porque si se utiliza mal, con un móvil o con una conexión a internet pueden hacer o hacerse mucho daño», advierte la directora de Ses Rotes Velles.
Por ese motivo se decidió enviar una advertencia a los padres y madres, reconocen.