Balears creará una asamblea ciudadana por el clima, un mecanismo de participación que planteará propuestas a las instituciones para combatir la crisis climática, que se celebrará en cada una de las islas y se pondrá en marcha en 2022, ha anunciado este martes la presidenta del Govern, Francina Armengol. Las islas serán la primera comunidad autónoma en organizar esta asamblea ciudadana por el clima a nivel regional, que también será pionera por ser la primera en un archipiélago.
Se constituye a propuesta del Laboratorio Interdisciplinar sobre el Cambio Climático de la Universitat de les Illes Balears (UIB). Formarán la asamblea un grupo de personas representativas de la sociedad, seleccionadas por «sorteo cívico», de manera aleatoria, a partir de un censo previo basado en criterios de edad, género, nivel socioeconómico, nivel educativo y distribución territorial (por islas y urbano/rural).
Se les contactará, se les explicará la propuesta y se les preguntará si quieren participar de forma voluntaria, ha detallado en la rueda de prensa de presentación la coordinadora de la asamblea, Clara Ferragut, que ha explicado que habrá una asamblea por isla, con unas 100 personas en Mallorca, y entre 50 y 100 en las demás. Tienen que ser mayores de 16 años y los jóvenes tendrán «un punto de sobrerepresentación» porque son los que más padecerán los efectos de la crisis climática y por su elevada movilización sobre esta cuestión.
Se reunirán, un grupo de expertos les facilitará información sobre la materia a tratar, harán una deliberación, y recomendaciones políticas que se trasladarán a las administraciones competentes. Ferragut ha precisado que, si no se asumen las resoluciones de la asamblea, las instituciones tendrán que justificar por qué.
El proceso completo dura unos cinco meses, con sesiones temáticas en cada isla en las que la gente participaría una vez al mes. Ferragut ha recalcado el objetivo de que los participantes sean «gente de a pie» y no la sociedad civil ya organizada. Armengol ha destacado la importancia de la participación ciudadana ante «el mayor reto de la humanidad» que es el cambio climático y la necesidad de mitigar sus efectos, y dado que el Mediterráneo será una de las zonas más afectadas por sus perjuicios.
La presidenta ha defendido esta asamblea como planteamiento de la UIB «moderno, comprometido y mucho más democrático» y ha asegurado que a la ciudadanía no solo hay que «pedirle su opinión cada cuatro años», sino que hay que vertebrar elementos de participación democrática maduros como éste.
Ha destacado que, además de fomentar la participación ciudadana, estas asambleas tienen una faceta «de pedagogía científica para la ciudadanía». Ferragut ha añadido que estos mecanismos de democracia deliberativa fomentan la participación ciudadana como «actor activo del proceso político».
Se utilizan para tomar decisiones sobre cuestiones complejas en las que hay intereses opuestos y para avanzar en situaciones de «estancamiento político», como fue el caso de la activada en Francia, que es uno de los modelos en los que es ha fijado el equipo que coordina la balear. Ha señalado que, dado que Balears ya es referente europeo en acción climática, esto será «una herramienta más para seguir avanzando» y hacerlo en sintonía con países del entorno como Reino Unido, Francia, Alemania, Irlanda y Escocia, que ya han celebrado asambleas ciudadanas climáticas.