La aplicación de la dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 está provocando efectos secundarios más frecuentes que las anteriores. La coordinadora de la campaña de vacunación, Eugenia Carandell, ha precisado que «en principio producen efectos secundarios similares a la segunda dosis, quizás un poco más frecuentes». No obstante, ha reconocido que en el caso de Moderna «sí que se ha visto tras la dosis de recuerdo que se dan más linfoadenopatías (inflamación de los ganglios de las axilas) que en la primera o segunda dosis».
Carandell ha explicado que esto se debe a un «booster en la respuesta inmunitaria», es decir, una estimulación. «Estos efectos secundarios son una señal de que el sistema inmune responde a la dosis de recuerdo y está generando protección frente al coronavirus». Por tanto, estos efectos secundarios no deben interpretarse como algo negativo, sino como una señal de que el suero está cumpliendo su función, proteger al organismo frente al coronavirus.
Los síntomas de la dosis adicional de la vacuna contra la COVID-19, igual que los de las anteriores, son cefalea, dolor de articulaciones, fiebre, etc. Estos suelen durar entre uno y dos días. Como se ha señalado anteriormente, en el caso de la dosis adicional de la vacuna de Moderna también se han detectado un mayor número de inflamaciones de los ganglios de las axilas.
Entre los mayores de 60 años, la dosis de refuerzo avanza a mejor ritmo en las Islas y ya la ha recibido el 60,96 por ciento de este colectivo. Mallorca, con el 61,95 por ciento, es donde se encuentra más avanzada. Ibiza, con el 54,77 por ciento, es la que va a un ritmo más lento. Mucho más despacio avanza entre los inoculados con Janssen, ya que la dosis de refuerzo sólo se la ha puesto el 35 por ciento. Por ello, el IB-Salut les enviará un sms para recordarles que deben solicitar cita para poder recibir la inyección de refuerzo que necesitan.