El conflicto bélico ruso-ucraniano ha encarecido los precios de todos los productos de alimentación en grandes superficies, supermercados y tiendas de comestibles de las Islas. Al mismo tiempo, la Asociación de Empresas de Distribución de Alimentos, Bebidas y Limpieza de Balears (ADED) anuncia la falta de suministro de aceite de girasol y de todo tipo de derivados del trigo, así como de salsas condimentadas, «porque los fabricantes están aplicando desde el sábado pasado restricciones en los pedidos que se les solicitan desde la Islas», indica el presidente de ADED, Bartomeu Servera.
La patronal de distribución puntualiza que desde hace dos semanas «se aprecia un encarecimiento progresivo de todos los productos de alimentación y de bebidas por el impacto negativo tanto del conflicto bélico así como por la subida de precios de los combustibles y fletes». Los aumentos de precios de productos de primera necesidad superan en Balears el 50 %. Este porcentaje evolucionará al alza en las próximas semanas en caso de que no haya una solución al actual conflicto bélico en suelo europeo. Esta situación va a disparar el IPC en las Islas, con el consiguiente impacto negativo en el poder adquisitivo de los consumidores.
Servera añade: «Llueve sobre mojado, porque a la escalada de precios propiciada por la subida de los combustibles se suma ahora la restricción de productos». ADED puntualiza que no hay problemas de suministro «pero los supermercados están aplicando ya topes de compra en algunos productos, como es el caso del aceite de girasol».
Desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) confirman que «algunas empresas de distribución alimentaria están adoptando medidas de limitación de venta de aceite de girasol debido al comportamiento atípico del consumidor». Asimismo, Asedas especifica que «la demanda anómala afecta a un número muy limitado de productos relacionados con el aceite de girasol procedente de Ucrania». Entre los productos derivados del aceite de girasol se encuentran mayonesas y todo tipo de salsas preparadas para consumo humano. Servera añade que todos estos productos «están sujetos a restricciones, porque los pedidos bajan en torno a un 50 % de lo que se solicita y ello provoca la falta de suministro».
A esto hay que sumar que la demanda de trigo y resto de cereales, principalmente los de pienso, comienzan a escasear en toda Europa por proceder en un alto porcentaje de Ucrania, lo cual, según los distribuidores «afecta también a las Islas en toda la cadena de valor alimenticia». Afirman que «no se pueden cumplir todos los pedidos que realizan empresas de Mallorca y resto de Islas. Se puede decir que no damos abasto».
La patronal de las grandes superficies ANGED indica que, de momento, «hay tranquilidad en los suministros y que no se puede hablar en ningún caso de desabastecimiento». Esta patronal señala, sin embargo, que en los dos últimos años se han vivido situaciones de acaparamiento de alimentos que luego se ha comprobado que han sido por un exceso de alarma injustificada entre la población. Asedas, al respecto, señala que «las instituciones europeas, el Gobierno y los sectores más directamente afectados están adoptando medidas para paliar esta situación concreta».