Es altamente probable que no se vuelva a fumar en las terrazas de bares y restaurantes de Baleares, haya o no pandemia. Así lo confirma la directora general de Salut Pública, Maria Antònia Font, que asegura que irán prorrogando esta medida, adoptada en pandemia para evitar los contagios por covid-19, a la espera del amparo de la nueva reforma de la Ley Antitabaco, prevista para antes de que termine 2023.
«Tenemos presión para eliminar la medida pero de momento la queremos mantener porque es la mejor línea para proteger a las personas, además la población está concienciada y es mejor mantenerla a la espera de la nueva normativa que quitarla», advierte Font. Y es que mientras haya pandemia, la medida goza de un marco jurídico.
Prevención del tabaquismo
Por otra parte, la Comisión estatal de Salud Pública ya trabaja, y tiene muy avanzado, en un Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo donde se trazarán las líneas que, posteriormente, seguirá la modificación de la Ley Antitabaco. «Recogerá recomendaciones que incluyen las últimas evidencias científicas», avanza la responsable autonómica de Salut Pública.
En ambos textos se pretende subir impuestos, buscar nuevas vías para evitar el inicio del consumo de tabaco y ampliar los espacios exteriores libres de humo. «Habrá un radio exterior mejor especificado que el de ahora y quedará clara la distancia donde no se podrá fumar respecto a hospitales o centros educativos. Además puede que se sumen nuevos espacios, sobre todo donde hay gente menor de edad», añade Maria Antònia Font. En Balears se está trabajando en la ley de adicciones que «está muy avanzada y ha pasado ya por exposición pública», explica Font. Sin embargo como la normativa es más restrictiva que la que está vigente a nivel nacional debe guardarse en el cajón hasta que el Gobierno del Estado dé el primer paso para así no pisar competencias.
Las nuevas medidas reguladores contemplan un cambio de paradigma y «quiere corresponsabilizar a la población, hacerla parte activa en la lucha contra el tabaco», asegura Font. Además, se implicará a otros ámbitos más allá del sanitario, como por ejemplo, el educativo.
El tabaco es responsable del 30 % de las muertes por cáncer y, según la Asociación Española contra el Cáncer, el 22 % de la población mayor de 15 años fuma y expone a ese humo ambiental al 78 % restante, por lo que el tabaquismo se considera el primer problema de salud pública.