Los vándalos atacan de nuevo. Responsables de empresas del sector náutico, propietarios de embarcaciones y amarres del Port de Pollença denuncian la oleada de destrozos, robos y actos vandálicos de los que están siendo sometidos desde hace meses.
«Hace unos días, un delincuente accedió hasta el amarre donde tengo mi embarcación, una semirrígida de ocho metros de eslora, abrieron el tapón del combustible e introdujeron un kilo de azúcar en el interior del depósito. Entiendo que lo debieron hacer mezclando agua con la azúcar para que les resultara más fácil introducirlo dentro del motor», apunta Toni, propietario de una empresa de charter de embarcaciones náuticas.
«La mezcla de azúcar y agua en el motor provocó que nos quedáramos tirados y la inutilización del motor. Lo peor es que nos está generando grandes pérdidas económicas. Más de 20 días la embarcación parada, en verano, y unos daños materiales que superarán los 15.000 euros. Hemos enviado el bloque de motor al taller donde los peritos tendrán que realizar un reporte fotográfico de la caramelización de la zona y arreglarlo», concluye el denunciante. Por lo visto, no se trata de un hecho aislado. En los últimos meses, se han registrado robos de combustible, destrozos de algunas embarcaciones y lanzamiento de bengalas.