La ausencia de la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, en la feria World Travel Market de Londres sorprendió ayer a todas las comunidades autónomas y al propio sector turístico. Fuentes del Govern indicaron, con cierta decepción, que la ministra, pese a confirmar su presencia, estaba en una feria industrial en Valencia, lo cual es un contrasentido cuando la feria de Londres es la primera del calendario internacional y el Reino Unido es el principal mercado emisor a España. Nadie entendía nada y la papeleta la solventó como pudo el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, que no paró de sonreír y dar abrazos a tirios y troyanos en los estands.
Por supuesto, la tradicional rueda de prensa para hacer balance de la temporada y previsiones del Gobierno que preside Pedro Sánchez quedó en agua de borrajas. Al margen de este detalle, indicar que, una vez más, el Meliá White House fue elegido por las distintas delegaciones municipales de las Islas, del Consell y del Govern como cuartel general. El año que viene la situación será muy diferente, porque todo apunta a que dicho cuartel se traslade al hotel Riu Plaza London Victoria. Los equipos de protocolo van a tener que trabajar a destajo para contentar a los comerciales de Meliá y Riu.
El inicio de la feria turística ha sorprendido a toda la clase empresarial, medios de comunicación e instituciones por el amplio despliegue promocional de todos los países. Si algo puso de manifiesto la pandemia, es que el turismo es algo más que una simple industria vacacional. Su impacto económico en todo el mundo está fuera de lugar y los turistas son algo más que una pura mercancía. Cada comunidad autónoma hace lo que puede para captar la atención, pero este lunes se llevó la palma Andalucía con la presencia de su presidente, Juan Manuel Moreno, que no paró de lanzar lisonjas por el impacto que tendrá la próxima final de la Copa Davis que se celebrará en Málaga, entre el 22 y 29 de noviembre.
Turquía, en este suma y sigue de posicionarse como un destino seguro para el verano 2023, también ha tomado la decisión estratégica de calmar a los mercados, touroperadores, grupos turísticos y aerolíneas europeas de que el verano será optimo, haya o no haya guerra. El conflicto bélico preocupa a toda la industria, más aún por su impacto en la inflación y costes energéticos. Los analistas del Banco Central Europeo (BCE) lanzaron ayer uno de sus avisos alarmistas, que esperamos no se cumplan.
Así, los economistas del BCE Tobias Schuler, Hannah Maria Hildembrand y Martina di Sano afirman en su análisis que «las fuertes dinámicas en el turismo y el sector de la recreación observadas en primavera y verano han comenzado a debilitarse. En esta coyuntura alarmista, que es la genera incertidumbre y nubarrones en el horizonte, es de agradecer la apuesta de las aerolíneas por Balears. El director de la Oficina Española de Turismo (OET) en Londres, Manuel Butler, fue ayer más que tajante por su Know how y experiencia profesional.
«La conectividad aérea nunca ha sido un problema, porque si hay demanda vendrán los turistas a Balears y al resto de destinos vacacionales que elijan», señaló en estand junto a la vicepresidenta ejecutiva de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), María José Aguiló. Es más, las aerolíneas europeas han entrado en una dinámica de cambio de flota y adquisición de aviones más sostenibles para entroncar con la estrategia de reducir al máximo las emisiones. Hoy será otro día y con más estrategias institucionales y empresariales.