Los Servicios Sociales ha detectado que hay jóvenes de entre 12 y 15 años que mezclan alcohol o bebidas energéticas con medicamentos que tienen los principios activos de clonazepam o dextrometorfano con la finalidad de aumentar los efectos de la borrachera. El primero de ellos es un fármaco psicotrópico sujeto a prescripción médica que está indicado para la epilepsia o para tratar trastornos de pánico pudiendo producir un efecto hipnótico. El segundo, es un jarabe para la tos que puede adquirirse sin prescripción.
Ante esta alarma por el uso indebido de los medicamentos, la dirección general de Farmacia de la Conselleria de Salud del Govern ha lanzado una nota informativa a todo el colectivo farmacéutico con la finalidad de activar las alarmas. «Es una práctica totalmente insana porque los fármacos siempre deben tomarse con sus respectivas condiciones y bajo la indicación de un profesional», explica el responsable de la advertencia, Nacho García.
Hace ya años que se detectó esta mala praxis en otros territorios del Estado y el Ministerio de Sanidad lanzó un aviso en 2010 advirtiendo de que uno de los componentes con los que se elaboran los jarabes cobraba importancia como droga entre los jóvenes. Si se toma en cantidades excesivas, el dextrometorfano puede producir alucinaciones similares a las que puede producir, por ejemplo, la ketamina.
Con el aviso se pretende extremar las precauciones de los farmacéuticos «por si pueden comprobar que su uso sea el adecuado o por si detectan algo extraño, poder atajarlo», señala García. Se trataría, pues, de evitar dispensaciones improcedentes. En la misma nota se explica que Serveis Sociales ha tomado además medidas educativas para este grupo de población.