La consellera de Salut, Patricia Gómez, ha apelado la mañana de este viernes a la ley de medidas de capacitación lingüística para la recuperación del uso del catalán en el ámbito de la función pública para justificar que en las plazas donde falta personal no sea necesario presentar el catalán como un requisito. «La ley nos permite excepcionar las categorías deficitarias», ha dicho y, en este momento, se aplica a todas las categorías de médicos y enfermeras. En cualquier caso, ha añadido, en cada una de las convocatorias o pruebas de selección «debe justificarse la situación de dificultad de profesionales».
Desde esta cartera defienden que se sigue la ley por lo que no ven noticiable que estos profesionales sanitarios queden exentos de presentar el requisito de la lengua en su puesto de trabajo por son plantillas insuficientes. Sin embargo, se aprobó un decreto a petición del grupo político Més, por el que en estos casos se les daba una moratoria de dos años para aprender la lengua y sacarse la titulación correspondiente que, hace un año, quedó anulado por el tribunal Supremo y, desde entonces, no se ha hecho nada al respecto. Es decir, las categorías deficitarias de personal en sanidad quedan del todo liberadas de conocer la lengua, pero no así el resto de funcionarios.
La consellera de Salut insiste en que «no ha habido ningún cambio legislativo ni normativo en todos los procesos de selección que se han ido haciendo estos años» y defiende que «la buena noticia es que al terminar el proceso de estabilización, todos los profesionales terminarán siendo fijos».
Por otra parte, ha señalado que no hay ningún conflicto en el ámbito sanitario, ya que «los que vienen de fuera saben que estamos en una comunidad bilingüe y tienen interés (en aprender la lengua) porque la comunicación es la primera herramienta para poder atender a los pacientes. Y hay que poder hacerlo en la lengua en que más cómoda estén. Los profesionales lo saben, lo entienden y se esfuerzan en aprender el catalán». Son declaraciones hechas durante el acto de colocación de la primera piedra de la nueva Unidad Básica de Salud de Montuïri en el que también estaba presente la presidenta del Govern, Francina Armengol.
Muchas gracias a la mayoría de personas que mediante sus comentarios y puntuaciones han planteado y expresan su disconformidad con la vergonzante IMPOSICIÓN de una lengua que no es la propia de estas islas, que impide la obtención de puestos de trabajo y que sirve para que unos pocos renegados, adoctrinados, catalanistas, chiringuitos, etc. vivan de las subvenciones que salen de nuestros impuestos. A estos catalanistas, supuestamente defensores del mallorquín pero que se acreditan por atacarlo así como todo lo castellano y español, les recordaría las palabras de la presidenta del Consell, Catalina Cladera, en lo referente a los gritos e insultos. Hagan caso por una vez a sus amos, que poco tiempo les queda. Los verdaderos defensores de la erradicalización del catalanismo en estas islas no usamos de las estrategias que nos demuestran ciertos comentaristas: "insulta, grita y menosprecia" a los que no piensan y opinan como estos acólitos del poder. Es de lamentar que las repercusiones de estos comentarios han motivado y su puestamente provocarán, ceses o dimisiones por no haberse cumplido los objetivos que persiguen ciertos grupos. Las personas afectadas reciban mi apoyo moral y mi consideración.