Si de algo no hay dudas es del efecto protector de las mascarillas frente a los virus respiratorios. La situación de China, que vive una explosión de contagios y que acaba de abrir fronteras, ha llevado al director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Henri P. Kluge, a recomendar a los ciudadanos de la Unión que recuperen su uso tanto en interiores como en el transporte público.
La consellera de Salud del Govern, Patricia Gómez, recuerda que si bien la circulación del virus de la COVID ahora mismo es baja y las infecciones estables, siempre hay que estar vigilantes; y que la mascarilla también puede prevenir otra de las patologías que ya circulan por la comunidad a nivel de epidemia, como es la gripe. Así pues, el uso de la mascarilla en interiores es recomendable pero en cualquier caso no obligatorio, o al menos de momento. Como se recordará, es la Comisión nacional de Salud Pública integrada por las autonomías y el Ministerio de Sanidad, la que decide las medidas preventivas obligatorias frente a la pandemia para el grueso de la población.
«Todos sabemos que en espacios cerrados es cuando el virus circula de forma activa», ha señalado Gómez, quien indica que la mascarilla «es una medida de prevención», aunque de momento «no hay indicaciones» para volver a un uso obligatorio generalizado en interiores. En la actualidad debe llevarse mascarilla en el transporte público, en el interior de los aviones y en los centros sanitarios entre los que se incluyen las farmacias.