La Guardia Civil ha imputado a dos hombres por un delito de maltrato animal, ya que fueron sorprendidos en un control rutinario con gallos de pelea malheridos en el coche. Ahora se investiga donde estaba el reñidero en el que montaron la pelea ilegal. Los hechos ocurrieron a finales del mes de febrero, cuando una patrulla montó un control preventivo en la carretera de Campos a Santanyí. De repente, repararon en un vehículo en el que había tres varones y uno de ellos estaba cubierto de sangre, lo que disparó todas las alarmas.
Los varones, para evitar malos entendidos, explicaron que llevaban un trasportín en el maletero del automóvil con dos gallos en el interior y que la sangre procedía de los ejemplares heridos. Al abrir la jaula, en efecto, los agentes descubrieron a dos gallos en muy mal estado, con síntomas evidentes de que acababan de participar en una pelea clandestina, y se hallaron además dos espolones y un pico de un tercero, que debió morir en el combate y cuyo cuerpo no estaba allí.
Los gallos fueron trasladados a un centro veterinario para que fueran curados y dos de los tres varones fueron imputados por un delito de maltrato animal, que está castigado incluso con penas de cárcel.