La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha anunciado este lunes que para este verano hay un total de 219 millones de asientos programados en España, lo que representa un 3% más que los que se operaron en el verano de 2019. De este número de vuelos, las regiones de Canarias, Baleares y Andalucía presentan unas cifras superiores, con un 7,8%, 7,4% y 8,2%, respectivamente.
En el primer trimestre del año, el tráfico aéreo español ha registrado datos por encima de los niveles prepandemia, con unos porcentajes de crecimiento del 2,1% en enero, 2,2% en febrero y en un 0,6% en el mes de marzo.
«A pesar del momento de crisis económica que vivimos, los datos están demostrando las ganas de los pasajeros de viajar y esperamos que este verano marque ya la recuperación definitiva de un sector que se ha mantenido robusto y capaz de superar las dificultades ocasionadas por la pandemia», ha señalado el presidente de ALA, Javier Gándara.
No obstante, la patronal de aerolíneas advierte de ciertos problemas que pueden alterar el desempeño de las aerolíneas a lo largo de este verano, como pueden ser las huelgas generales en Francia, que afectan al control aéreo, para lo que piden las protección de los sobrevuelos que no tienen origen ni destino en Francia. Asimismo, se prevé un verano congestionado por la alta demanda y la falta de personal en numerosos aeropuertos europeos.
ALA ha recalcado la necesidad de que la CE exija a Francia que blinde los vuelos que cruzan el espacio aéreo francés para proteger a los pasajeros que son los más perjudicados por las huelgas del control aéreo en Francia. Eurocontrol estima un coste de 8 millones de euros de media al día por cancelaciones y otros 6 millones por retrasos para todas las compañías aéreas europeas. En total, 476 millones de euros en sobrecostes por los 34 días de movilizaciones entre el 1 de marzo y el 9 de abril. El presidente de ALA, Javier Gándara, indica que los efectos de estos paros están impactando aún más en España, ya que el espacio aéreo francés es un lugar de paso casi obligado para las conexiones entre nuestro país y el resto de Europa.
ALA avisa de que esta situación provoca alteraciones en las programaciones de las aerolíneas y para los pasajeros, además de traducirse en más emisiones de CO2 y pone de manifiesto el negativo impacto de las huelgas en el control aéreo para el sector, los consumidores y el medioambiente. En este sentido, Gándara, ha destacado que «las emisiones adicionales generadas solamente en un mes de huelga equivalen a la cuarta parte de las que se estima que se ahorran en un año entero por la prohibición de vuelos cortos que recientemente ha implementado el Gobierno francés sobrevuelos y en impulsar de una vez por todas el Cielo Único europeo», ha afirmado Gándara.