La cesta de la compra ya registra un mayor encarecimiento anual en Balears que en el conjunto del Estado. El ritmo de escalada de precios de los alimentos en el Archipiélago se había mantenido siempre por debajo de la media nacional en los últimos dos años. Hasta el pasado mes de abril.
El incremento del Índice de Precios al Consumo (IPC) del pasado mes se situó en un 13 % de variación interanual, una décima por encima de la tasa nacional. El adelantamiento se nutre de la subida experimentada por determinados grupos de alimentos, que han sufrido un encarecimiento mayor -y en algunos casos muy por encima- de la media estatal.
Entre esos grupos de alimentos destaca el de cereales y derivados (18,8 % de subida interanual); pescado fresco y congelado (10,9 %); crustáceos, moluscos y preparados de pescado (11,2 %); productos lácteos (19,1 %); café, cacao e infusiones (11,8 %); agua mineral, refrescos y zumos (17,6 %).
Asimismo, si se toma en consideración el ritmo de encarecimiento que llevamos en el año en curso se añadirían a la lista productos como legumbres y hortalizas frescas (un 14,9 % en lo que va de año); la carne de porcino (9 %) o el azúcar (4,7 %). Precisamente, el azúcar es con diferencia el producto alimentario más encarecido con la alimentación en el último año: un 36,5 % en Baleares frente a un 49,6 % en el conjunto del Estado.
De esta manera, la insularidad está acabando por jugar -de nuevo- un papel decisivo; en este caso, en la evolución de las tendencias inflacionistas del último año. Por otro lado, un informe reciente del Banco de España publicado el pasado mes y titulado Evolución reciente de los precios de consumo de los alimentos en la zona del euro y España, destaca el importante peso de la cesta de la compra en el consumo, lo que ha hecho que su contribución a la inflación general sea más intensa en España que en el conjunto de la zona euro.
También recalca que ese encarecimiento supone un riesgo para el acceso a una alimentación saludable y que obliga a reducir el gasto en otros bienes o servicios, especialmente en familias con menores niveles de renta.
Asimismo, se destaca la intensidad en el repunte de los precios de aceites y grasas, lácteos, pan y cereales, motivado por factores de naturaleza eminentemente global (cuellos de botella en las cadenas de suministro, restricciones a la exportación por la COVID, demanda china o reducción de cosechas en Ucrania).