Lo dicen así, con su nombre de pila: Mae. En la sede del PP están dispuestos, al menos por ahora, a aguantar el envite de Vox y su exigencia de entrar en el Govern con conselleries propias para que Marga Prohens sea la nueva presidenta. «Si no es eso es lo que quieren, que gobierne Mae», dicen. Mae es la consellera de Agricultura, Mae de la Concha, representante de Podemos que accidentalmente –en sentido literal y figurado– será la presidenta del Govern hasta que la nueva titular jure su cargo ante un ministro del Gobierno de Pedro Sánchez. Si las cosas van bien para Marga Prohens, Mae de la Concha solo será presidenta hasta los primeros días de julio. Si las cosas van muy mal para Prohens, el Govern seguirá en funciones hasta noviembre, fecha en la que deberían celebrarse elecciones anticipadas, así que Mae de la Concha seguiría hasta entonces como presidenta de un Govern en el también estaría en funciones Iago Negueruela –atención– y todos los demás titulares de las carteras autonómicas.
PP y Vox no han empezado a negociar y ya están jugando una particular partida de póker con los medios de comunicación como mesa de juego. Uno y otro partido están en el plano de la exigencia máxima, pero ambos saben que, en cuanto se sienten, ambos tendrán que ceder si no quieren llegar a unas elecciones anticipadas en noviembre, con Mae de la Concha, Iago Negueruela, Mercedes Garrido y Juan Pedro Yllanes, entre otros, sentados hasta entonces en la sala del Consell de Govern en el Consolat de la Mar.
La negociación no parece que vaya a ser fácil, sobre todo después de que Santiago Abascal haya enviado una negociadora a las Islas para tensar los acuerdos. A partir de la próxima semana se verá quién cede más o menos. Quién sabe si, a este paso, De la Concha aguanta más tiempo como presidenta que el efímero Cristòfol Soler. Algunos del PP que se sentarán en breve en el Parlament saben en primera persona a qué me refiero.