El Ayuntamiento de Palma ha ordenado, a través de un decreto del departamento de Movilidad, la inmovilización y el depósito de una calesa que efectúa habitualmente servicio de transporte con tracción animal en las calles de la ciudad. También han quedado inmovilizados los dos caballos adscritos a la licencia. La resolución se ha adoptado después de constatar la existencia de numerosas irregularidades relacionadas con la explotación de dicha calesa.
Por un lado, el pasado 25 de mayo se detectó en uno de los caballos una disfunción física consistente en una cojera. A raíz de este diagnóstico, se ordenó una revisión del estado del animal, que se llevó a cabo el 22 de junio y en la que se confirmó que el problema persistía. Posteriormente, se dio cita al titular de la licencia para efectuar una nueva revisión prevista para el 13 de julio, pero no fue posible realizarla por la incomparecencia del interesado.
En relación al otro caballo, adscrito a la misma licencia, debe indicarse que fue objeto de una revisión el 29 de mayo donde le fue detectada una baja masa muscular. Se programó una nueva cita veterinaria el pasado 22 de junio, pero el titular no acudió.
Paralelamente, en la oficina de registro del Ajuntament de Palma, se han dado a conocer diversas incidencias que afectan a esta licencia. Una de las informaciones acredita que el caballo afectado por la cojera se encontraba trabajando el 4 de agosto, mientras que los días 7 y 10 del mismo mes la galera permanecía estacionada en la Avenida Antoni Maura, aunque el aparcamiento de calesas está prohibido en ese punto.
Igualmente, consta una denuncia de la sección Montada de la Policía Local de Palma, con fecha de 18 de agosto, relativa al segundo caballo, que habría estado desarrollando su labor sin haber pasado la correspondiente revisión.
A partir de estos antecedentes, Cort ha ordenado la inmovilización y el depósito tanto del vehículo como de los dos équidos, en base a un informe técnico redactado el pasado 21 de agosto, ya la aplicación del Reglamento municipal del servicio de transporte urbano de viajeros con vehículos de tracción animal con conductor.
Esta normativa indica que el Ajuntament puede ordenar la inmovilización de la calesa y el caballo, que deberá permanecer en el establo, boxer o garaje del titular, cuando las deficiencias son de suficiente entidad que afectan a la seguridad del transporte, la salud del animal, las condiciones higiénicas y sanitarias o la propia imagen del servicio. Todo esto mientras no se haya resuelto la situación que ha originado el expediente.
En el decreto del área de Movilidad del Ayuntamiento de Palma se hace también mención expresa de la obligatoriedad de someter a los animales a una revisión extraordinaria para comprobar su estado físico.