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INVESTIGACIÓN

El cargador de un móvil, principal hipótesis del incendio en una residencia de Palma

Agentes de la Policía Científica inspeccionaron las instalaciones y realizaron un informe señalando las posible causa del foco del fuego

Imagen de los exteriores de la residencia Fontsana, este miércoles. | ALEX SEPULVEDA

| Palma | |

Agentes de la Policía Científica de la Policía Nacional se han hecho cargo de la investigación del incendio declarado el pasado martes por la noche en la residencia de personas mayores Fontsana de Son Armadans, en Palma. Según fuentes próximas al caso a las que ha tenido acceso Ultima Hora y a falta de confirmación oficial, todo apunta a que el fuego se originó por culpa de un cargador en mal estado del teléfono móvil del residente que ocupaba la habitación.

El atestado policial, que ya ha sido remitido al juzgado correspondiente, refleja que el foco del fuego se produjo en la habitación número 211, ubicada en la segunda planta. Con suma celeridad las llamas se apoderaron del habitáculo generando una gran carga de vapor combustible y altas temperaturas. Todo ello, acompañado de una intensa humareda tóxica. En ese instante, dos trabajadoras de la residencia accedieron a la habitación con extintores para tratar de apagar el fuego y evitar la propagación del mismo al resto de la planta. Ambas mujeres resultaron intoxicadas. Por parte del personal laboral, una enfermera y dos auxiliares tuvieron que ser trasladadas a un centro médico para ser atendidas. En referencia a los internos, tres ancianos, dos mujeres de 93 y 72 años y un varón del que se desconoce su edad y estado, fueron ingresados en el hospital de Son Espases.

Efectivos de la Policía Científica, accediendo al recinto. Foto: Alejandro Sepúlveda

El fuego afectó a ocho habitaciones, pero los heridos se encontraban en las 223, 229 y 21-A. Nada más producirse la evacuación, un total de 150 internos fueron trasladados de urgencia hasta el aparcamiento del supermercado Mercadona, ubicado a 70 metros del lugar del suceso. Desde la dirección de la residencia quisieron tener palabras de agradecimiento para la propiedad, responsable y empleados del establecimiento por su ayuda en momentos muy complicados.

Acogidos

Finalmente, un total de 34 residentes tuvieron que marcharse a casa de familiares, pero no fue necesario reubicar en otros centros sociosanitarios a los demás, que pudieron regresar a sus habitaciones tras acondicionar el lugar y ventilar el recinto. Desde Fontsana Group quisieron destacar el trabajo realizado por parte de los Bombers de Palma, Policía Nacional, Policía Local, IB-Salut, SAMU-061, Cruz Roja, Protección Civil y todos los voluntarios que participaron en el dispositivo de emergencias. Más de un centenar de agentes de policía, decenas de ambulancias de todas las empresas públicas y privadas, incluso las del servicio programado (no urgentes). El incencio se declaró en la residencia de personas mayores Fontsana, ubicada en el número 4 de la calle Joan Miró de Palma. Pasadas las 20 horas de martes, el centro se convirtió en un auténtico infierno. Nada más saltar las alarmas el pánico se apoderaba de los residentes y de sus cuidadores. Un incendio de grandes dimensiones y totalmente descontrolado que afectaba a toda la segunda planta del edificio. El fuego causó grandes llamaradas y una inmensa columna de humo visible desde varios kilómetros de distancia.

Tensión

A partir de ese instante todo fue un auténtico caos. Gritos, nervios y mucha tensión tanto dentro como fuera de las instalaciones. Unas 150 personas, algunas de ellas con movilidad muy reducida y otras de salud muy delicada, fueron evacuadas. Todos los residentes fueron conducidos hasta el aparcamiento del supermercado Mercadona. Allí, la imagen era propia de un campo de refugiados. Policías y trabajadores cargados con carritos de supermercados llenos de mantas acomodando a los ancianos y ofreciéndoles mantas y ropa de abrigo. Los internos, atemorizados y sin poder articular palabra cogían la mano de sus cuidadores, sanitarios o policías y asentaban con la cabeza en señal de gratitud. Durante la extinción del incendio y hasta que se pudo cerciorarse por parte de los responsables del centro y de los equipos de emergencia que todos los internos y personal estaban en perfectas condiciones, se vivieron momentos de mucha tensión.

Familiares

También por parte de algunos familiares, que acudieron al lugar, muy alterados, nada más saber que se había producido el suceso pidiendo ver a sus seres queridos. Los agentes les dejaron pasar y pudieron reunirse, familias y mayores, en el aparcamiento. Los equipos de emergencia, debido a la gravedad de la situación, habilitaron un puesto de mando de coordinación.

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