«La agricultura no es poesía ni folklore, es una actividad económica». Con estas palabras el conseller d'Agricultura, Pesca i Medi Natural, Joan Simonet, empezaba su intervención ante la Comisión de Economía del Parlament. Simonet apuesta por fomentar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas ya que estas «generan una serie de beneficios sociales que no son compensados económicamente» como el hecho de mantener el paisaje o las razas autóctonas.
Para ello, defendió ante las preguntas de los parlamentarios, modificar la actual ley agraria así como ampliar la actividad complementaria en las explotaciones agrícolas. Lo que implicaría una actividad turística «moderada», puntualizó. «Europa hace años que habla de pluriactividad de los payeses, lo que significa que sin perder su actividad básica, que es la producción de alimentos, puedan hacer otras actividades que le generen rentas complementarias o mejoren la rentabilidad». En este sentido remarcó que no significa hacer «hoteles», pero sí permitir poder hacer otras actividades «propias del suelo rústico y que generen unas rentas complementarias a la explotación». «No poner trabas ni prohibir, se le tiene que regular», recalcó de nuevo en su turno de réplica.
Durante su intervención también destacó su intención de crear la Mesa del Cambio Climático, tal y como solicitaron las organizaciones agrarias, así como un plan para general de regadío que apueste por las aguas depuradas así como «crear un organismo o departamento propio para ayudas a las comunidades de regantes, facilitando así la tramitación administrativa para gestionar esta agua».
Por lo que se refiere a la gestión del Medio Natural y forestal, de momento el conseller no apuesta por incrementar los espacios naturales hoy protegidos sino más bien quiere realizar actuaciones destinadas «a la gestión y regulación» de estos entornos donde, el «éxito de la conservación -añadió- pasa por una simbiosis entre la gestión pública y privada». Así, la intención del actual equipo de Simonet es revisar los planes de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) y desarrollar planes rectores de usos y gestión. En este sentido, se reafirmó en que «no pueden llevarse a cabo políticas de imposición» ya que la mayoría de estos espacios son de propiedad privada, por lo que estos deben participar de manera activa.