Luz al final del túnel para los hipotecados a tipo variable de Baleares. Esta es la conclusión a la que llegan los expertos consultados por Ultima Hora, tras la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de mantener los tipos de interés en el 4,5 %. Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, sostiene que «es posible que estemos ante la última subida de este año y que, incluso, no haya incrementos durante el próximo ejercicio; aunque eso es impredecible». A su modo de ver, esto se debe a que «la inflación en Europa está empezando a estar más o menos controlada, aunque en España seguimos con una inflación al alza. A nivel europeo se está conteniendo, siguen subiendo los precios, pero de una manera más contenida».
El director de Mercados de SDC Analistas, Luis García Langa, comparte esta opinión y defiende que «ya estamos al final del ciclo de subida de tipos de interés». Además, destaca que en los últimos días el Euríbor ha frenado las alzas y destaca que «es bastante significativo que lo haya hecho a más de 0,30 puntos básicos de lo que está el tipo de interés oficial. Esto es un buen indicativo de que el mercado ya parece que da por descontado ese final de subida de tipos, e incluso, que se empieza a hablar de bajadas».
¿Cuándo se abaratarán las cuotas de las hipotecas y por qué?
La pregunta que ahora se hacen los hipotecados a tipo variable es cuándo comenzarán a abaratarse las cuotas de sus hipotecas. Langa responde que «si hacemos caso a los indicadores de precios no puede tardar mucho en bajar el Euribor. Si la subida de tipos es para frenar la inflación, parece que ésta ya lo está haciendo, lo confirmaron la semana pasada los datos preliminares de inflación en Europa y, además, los indicadores adelantados (IPP) están por los suelos. Además, las subidas de tipos están haciendo daño a la economía y el BCE ha decidido no subirlos en su última reunión». No obstante, advierte que «el hipotecado debe tener en cuenta que hay un 'efecto base': si el Euríbor bajara al 3,75 %;¡, pero su revisión fue al 3,5 %, todavía le subirá la hipoteca; el momento de la revisión es importante ante unos movimientos tan brusco».
Monserrat matiza que «las previsiones actuales de casas de análisis y organismos internacionales sobre el Euríbor aún no se han actualizado en base a los escenarios económicos que la nueva guerra entre Israel y Hamás puede desencadenar. Dependiendo de la duración, intensidad y participación de terceros en el conflicto bélico, las previsiones pueden mantenerse igual o empeorar. Por ejemplo, si el petróleo sube por una limitación de la oferta de los países árabes productores, la inflación volvería a aumentar. Por otro lado, el crecimiento económico de la UE se vería afectado negativamente. Para el BCE, cuyo mandato es contener la inflación en el 2 % a largo plazo, supondría incentivos para seguir subiendo tipos de interés o, lo que veo más probable, mantener el 4,50 % de interés fijo durante más tiempo del que tendría previsto, antes de iniciar la senda bajista».
En su opinión, «ahora mismo el techo del Euribor lo podemos fijar en el 4,50 % y no se alcanzaría un Euríbor entre el 3,51 % (según la previsión de Funcas) y el 4,45 % (según la del BCE) hasta finales de 2024; para finales de 2025 podríamos esperar que se sitúe entre un 3,85 % (BCE) y un 3,40 % (Bankinter)». En este punto, advierte que «si se cumplieran los peores augurios, no sería hasta finales de 2025 cuando los hipotecados a tipo variable revisarían sus hipotecas a la baja; en el mejor escenario, a finales de 2024 ya podrían pagar algo menos al mes. En definitiva, -sabiendo que las previsiones marcan una tendencia, pero no adivinan el futuro- lo más probable es aventurar, como mínimo, un 2024 de cuotas altas y un 2025 con rebajas perceptibles, pero no muy acentuadas».
Una caso práctico
El citado economista pone un caso práctico, tomando por ejemplo una hipoteca con una deuda pendiente de 200.000 euros en la revisión de septiembre de 2023, a un plazo de 25 años y un Euribor + 1 % de interés variable. «Desde septiembre de 2023, la cuota es de 1.187 euros, para pasar en septiembre de 2024 a 1.115 euros, en el mejor escenario; o bien a 1.221 euros, en el peor. En la revisión de septiembre de 2025 podríamos estar pagando entre 1.104 euros, en el mejor escenario; o bien, 1.152 euros, en el caso de cumplirse la peor previsión.