El 71% de los docentes que el pasado curso contactó con el sindicato ANPE sufría estrés o ansiedad, según el servicio del defensor del profesor que ofrece esta organización, que atendió 84 casos por diversos problemas frente a los 67 del curso anterior. De la muestra total, un 14 % pidió la baja laboral y un 15 % tenía depresión. La sobrecarga de trabajo y el exceso de burocracia, que suponen el 67 % de las situaciones analizadas, son los causantes de este estado anímico.
El sindicato también ha informado que se produjeron casi un 35 % de casos relacionados con la dificultad para dar clase, así como un 25 % por faltas de respeto, un 12 % por ciberacoso contra el docente y un 11 % por amenazas proferidas por los alumnos. El resto de casos, que no superan el 5 %, estuvieron relacionadas con acoso, conductas agresivas y agresión física.
ANPE también ha señalado que ha aumentado la incomprensión del boletín de las notas por parte de los progenitores, a pesar de que la Conselleria d'Educació recuperara este curso el modelo numérico, y también se han incrementado las faltas de respeto de las familias hacia el profesorado.
Ante este panorama, ANPE alerta de la necesidad de establecer medidas que aminoren la preocupación y el estrés que soportan los docentes. El sindicato pide medidas que permitan regular el exceso de responsabilidad e invita a la Administración a cuidar el estado emocional del profesorado para evitar que caiga en una «desmotivación profunda».
El resultado de los docentes es evidente tenemos los inútiles más grandes en la juventud actual. Pueden darse de baja definitiva todos.