El 1 de diciembre es el Día Mundial de la lucha contra el sida, una enfermedad cuya emergencia sanitaria podría acabar en 2030 pues, aunque no tiene cura, explica el doctor Antoni Campins, ya puede tratarse como una patología crónica.
¿El diagnóstico sigue siendo la asignatura pendiente de la lucha contra el VIH?
Se podría hacer mejor porque es uno de los datos que más nos importa. Un diagnóstico tardío significa que el paciente ya tiene un nivel de defensas bajo y eso pasa en la mitad de los nuevos infectados, no ha cambiado en los últimos años y debería hacerse mejor. El diagnóstico ha mejorado pero también es una asignatura pendiente. Esto involucra a mucha gente, no sólo a la sanidad. Es tan sencillo como una analítica o pasar por ALAS o CAITS o farmacias que tienen pruebas.
¿Crece la incidencia de VIH en un contexto en que se disparan las enfermedades venéreas?
A nivel europeo se ha detectado un incremento de nuevos casos en el último año, pero son de países del Este y probablemente es por el mejor acceso a las pruebas, España está igual en los últimos tres años y Balears es similar al anterior. Más que un mal dato creo que es una buena señal.
¿Ha cambiado el perfil del infectado en estas décadas?
En el hospital usamos una base de datos común a todos los hospitales de Balears y vemos que el perfil de riesgo ha cambiado un poco. Ahora el 40 % de los contagiados son hombres homosexuales, un 20 % o más son personas heterosexuales y menos frecuentemente hay pacientes infectados por drogadicción. Son muy pocos pero si la media estatal es de un 1 o 2 %, aquí hay más y creo que llegamos al 4 %.
Antes una persona seropositiva se moría tarde o temprano, ¿ahora ha cambiado?
El sida se ha convertido en una enfermedad crónica y tratable pero que necesita de un seguimiento regular. Hay que hacer el tratamiento para estar bien de defensas y no tener infecciones de origen oportunista.
¿Existen líneas de investigación abiertas para la cura o prevención de la enfermedad?
En los últimos años ha habido casos de curación del sida pero de personas que pasaban por un transplante de médula ósea donada por una persona resistente al VIH (hay un porcentaje de la población que lo es) y se producía una negatividad. Hay 6 o 7 casos publicados que demuestran que la posibilidad teórica existe pero su aplicabilidad no es planteable. Al final lo que más se investiga es la vacuna. Hay muchos estudios con candidatas, ahora también de RNA, pero avanzados para soñar con ellas en poco tiempo, no.
Una vez se desarrolla el sida ¿qué etapas tiene?
Sin tratamiento progresaba rápidamente, había infecciones oportunistas y fallecían pero todo ha cambiado. A la persona que se diagnostica, se le aconseja iniciar el tratamiento antirretroviral inmediato, cuanto antes mejor, sin que se altere el sistema inmunitario y evitar el contagio a sus parejas sexuales. Ahora es una enfermedad crónica.
¿Se sabe cuál es el detonante que activa la infección?
Una vez contagiado, no se sabe por qué pasa el hecho de desarrollar más o menos tarde la enfermedad. Hay personas que siempre tendrán buenas defensas y nunca tendrán inmunodepresión avanzada.