Los dos sectores de Vox enfrentados por el control del Parlament y del partido deben retomar esta semana las conversaciones para tratar de cerrar la crisis y ver si es posible alcanzar un acuerdo que evite la caída del president del Parlament por un lado y, por el otro, la expulsión de Vox de los cinco diputados que se han amotinado contra la dirección del partido en las Islas.
Las dos partes acordaron una tregua tácita después de que el president del Parlament decidió suspender la tramitación urgente de una reforma del reglamento pensada para que los diputados perdieran el control del grupo parlamentario y fueran expulsados. Dos de los diputados que se rebelaron, Sergio Rodríguez y Agustín Buades, se reunieron con Gabriel Le Senne para mostrar su voluntad de rebajar la tensión. Idoia Ribas, que ejerce de portavoz de este grupo, señaló el viernes que tienen la mano tendida a la dirección nacional para alcanzar un acuerdo que ponga fin a la grave crisis institucional que vive el Parlament balear desde hace una semana.
La portavoz del grupo crítico de Vox abrió la puerta a dejar sin efecto la expulsión de Gabriel Le Senne y Patricia de las Heras y volver a la situación previa a la crisis en función de la reacción de la dirección nacional de Vox. «Eso dependerá del posicionamiento de los órganos de nuestro partido» dijo Idoia Ribas el viernes en respuesta a preguntas de los periodistas.