Los hipotecados a tipo variable comienzan a ver la luz al final de túnel. Tras años de subidas, el Euríbor lleva varios meses en una senda bajista y hay muchos analistas que consideran que este mes de febrero podría producirse el primer abaratamiento de la cuota hipotecaria. Es Diari ha hablado con tres y han expresado sus opiniones en relación a este asunto.
Pau A. Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, sostiene que «los primeros días del mes están experimentando unos valores es ascenso, del 3,505 % del día 1 de febrero al 3,667 % del día 6, lo que deja la media provisional en el 3,586 %. Aún por debajo del valor de enero, que fue del 3,609 %. No obstante, queda mucho mes aún». En este punto, precisa que «el mercado interbancario aún no tiene claro si el Banco Central Europeo (BCE) empezará a bajar sus tipos de interés en abril o en junio y al existir incertidumbre sobre dicho momento operan en febrero con tipos muy similares al mes pasado. Dependiendo de cómo varíen las expectativas, podemos acabar febrero en valores muy similares a enero o algo a la baja. Teniendo en cuenta que en febrero del año pasado el Euríbor a 12 meses cerró en el 3,534 %, hoy es perfectamente posible tanto una leve bajada de la cuota hipotecaria como una leve subida. Los próximos días irán desvelando la incógnita».
Luis García Langa, director de Mercados de SDC Analistas, recuerda que «el Euríbor medio de febrero del año pasado fue del 3,543 % y actualmente está a niveles muy parecidos. Por lo tanto, es probable que a las personas que se les revise la hipoteca con la referencia de febrero se les rebaje ya la cuota, aunque hay que pensar que normalmente se aplica al mes siguiente o dos meses después. Si no consigue cerrar febrero por debajo de los 3,534 % poco faltará y todo parece indicar que la revisión de marzo sí será más baja».
Pep Ignasi Aguiló, economista y profesor de la UIB, discrepa de la opinión vertida por Langa. Aunque precisa que es difícil saber aún si se abaratarán las hipotecas, «en principio me inclino a pensar que el BCE todavía tardará en bajar sus tipos. Así que los bancos comerciales pueden optar por esperar, sobre todo dada la falta de competencia entre ellos». No obstante, reconoce que «la incertidumbre es grande» y destaca que «las economías europeas están entrando en un proceso de desaceleración, al tiempo que los riesgos geopolíticos no amainan. Y lo mismo ocurre con el sistema financiero de USA, lo que nos lleva a pensar en más bajadas de tipos, tanto del Euríbor como del BCE». Sin embargo, matiza que «la inflación no llega a estar controlada, lo que puede hacer cambiar las alternativas», al tiempo que critica que «los gobiernos continúan sin realizar las reformas económicas y estructurales necesarias, por lo que el BCE puede tender a mantener tipos para forzarlas».
¿Cuánto podrían subir o bajar las hipotecas en febrero?
Por tanto, todo está aún en el aire. Monserrat calcula la evolución del recibo del préstamo hipotecario en los dos posibles escenarios: el de subida y el de bajada. «si el Euríbor cerrara febrero en el 3,586 %, para una hipoteca de 180.000 euros, a 25 años de plazo y referenciada al Euríbor + 1 %, la cuota subiría 5 euros al mes. Si los próximos días viéramos valores diarios a la baja, febrero podría cerrar perfectamente al 3,5 %; en dicho caso, las cuotas de la hipoteca del ejemplo bajarían 4 euros al mes, pasando de 1.004 euros a 1.000 euros. En otras palabras, febrero será un mes en que las revisiones apenas alteraran el pago mensual tras la revisión».
Evolución del Euríbor
En relación a la evolución del indicador de referencia al que están referenciadas la mayoría de hipotecas a tipo variable, Langa expresa que «es difícil» de prever, y más, escuchando comentarios de Chiristine Lagarde y otros miembros del BCE». En este punto, destaca que el hecho de que el Euríbor esté «un punto por debajo del tipo oficial es mucho. Por lo tanto, si la ralentización económica no se hace más grave o los precios se ponen en negativo y veamos deflación (las autoridades monetarias se deberían anticipar pero no lo han hecho en otras ocasiones), ver el Euribor entre ese 3,50 % y un 2,50 % debería ser lo óptimo». De cara a 2025, considera que «no debería cambiar mucho. Posiblemente, podría moverse en un rango de 2 %-2,50 %, mientras la ralentización/recesión en Europa no sea más profunda de lo que parece o si hay deflación, esta sea solo puntual como así parece».
El economista de FuturFinances.com informa que «el panel de previsiones de la economía española a enero de 2024 pronostica un Euribor a 12 meses para diciembre de 2024 del 3,27 %. Prácticamente coincide son los analistas de Bankinter, que en diciembre del año pasado pronosticaban un Euribor a diciembre de 2024 al 3,25 % y, para diciembre de 2025, al 2,75 %. Caixabank Research, en su informe mensual de enero, sitúa el Euribor de diciembre de 2024 al 3,06 % y el de diciembre de 2025 al 2,45 %. Por tanto, buena parte de los analistas del mercado sitúan el referencial hipotecario muy cerca del 3 % a finales de 2024 y cerca del 2,5 % en el último mes de 2025».
Nubarrones en el horizonte
Lamentablemente, la luz al final de túnel podría verse ensombrecida por nubarrones que podrían aflorar en el horizonte. Aguiló tiene claro que habrá «nubarrones en las senda bajista que ha iniciado el Euríbor», ya que «la inflación no llega a estar controlada y puede hacer cambiar lo esperado». Además, añade que «la fragilidad del sistema financiero de USA y la falta de reformas estructurales por parte de los gobiernos» podrían dañar la economía.
En términos similares se expresa Monserrat, que defiende que «la economía mundial y los conflictos geoestratégicos, así como el cambio climático y demás variables que influyen en los precios, pueden volver a darnos una desagradable sorpresa en cuanto a una inflación más resistente de lo esperado. En todo caso, no es el escenario central que se maneja para 2024 y 2025».
El director de Mercados de SDC Analistas tiene una visión totalmente contraria y estima que «si tomamos nubarrones como algo malo de la economía, precisamente ayudarían a profundizar la bajada de tipos y, por tanto, del Euríbor. Si seguimos viendo crecimientos débiles en Europa (negativos ya en Alemania) y los precios de producción (IPP) en negativo, ayudarían a la caída del citado indicador». No obstante, admite que «sí podría fastidiar un poco esta bajada del Euríbor que la inflación no caiga como se espera» y precisa que «lo único que podría provocar esto es que el conflicto en Oriente Medio se intensifique de tal manera que los problemas actuales del Mar Rojo se agraven y, sobre todo, se lleven al Estrecho de Orzum (salida del Golfo Pérsico). Aún así, no sé hasta qué punto las autoridades monetarias deberían actuar, ya que sería un problema de falta de oferta, no de exceso de consumo, pero conociéndoles a ellos y al mercado es probable que repercuta en el citado indicador».