La búsqueda de la belleza combinada con el poder de las redes sociales se han convertido en un caldo de cultivo extraordinario para los estafadores. Este es el caso de las empresas que ofrecen una sonrisa perfecta utilizando alineadores invisibles sin contar con facultativos colegiados para ello. El Colegio Profesional de Dentistas de Baleares y el departamento de Consumo del Govern ya han recibido varias quejas denunciando los problemas que les han ocasionado estas malas praxis.
La vicepresidenta del citado colegio profesional, Catalina Bennaser, hace un llamamiento a los ciudadanos para que se pongan en manos de profesionales acreditados cuando decidan realizarse estos tratamientos y pide a los interesados que tengan en cuenta una serie de aspectos, que ponen de manifiesto que se trata de un timo.
En primer lugar, señala que es muy importante comprobar que la persona que va a realizar el tratamiento es un dentista colegiado y que lo realiza en un centro homologado por la Conselleria de Salut. Lamentablemente, denuncia que hay mucho intrusismo en este sector, motivo por el que reivindica una ley de publicidad sanitaria a nivel nacional para evitarlo.
Otra de las claves a la hora de contratar un alineamiento dental es la forma en la que se accede al mismo. Por lo general, las empresas que no cuentan con los profesionales adecuados suelen hacer mucha publicidad en las redes sociales, e incluso, recurren a influencers para vender las 'bondades' estéticas del tratamiento.
Bennaser también explica que es fundamental realizar un diagnóstico previo al tratamiento mediante varias pruebas. Lo habitual es hacer un escánner 3D, un par de radiografías, fotos del paciente, una revisión clínica y, en muchos casos, un tac bimaxilar. «Las empresas que no están homologadas suelen tener a un comercial con una bata blanca que atiende a los clientes y le promete que va a tener una sonrisa perfecta en poco tiempo», comenta.
El precio y el tiempo pueden ser otras de las claves. Una clínica dental homologada suele cobrar entre 2.000 y 6.000 euros, en función de la complejidad del caso. Sin embargo, una empresa que practica intrusismo suele reclamar unos 2.000 euros. En cuanto a los plazos, un tratamiento profesional requiere entre seis meses y tres años, en función de la dificultad, mientras que las otras prometen ser más rápidas.
No todo son timos
La vicepresidenta del Colegio Profesional de Dentistas de Baleares pide no demonizar la ortodoncia invisible, ya que en la mayoría de los casos es practicada por profesionales que ofrecen todas las garantías. En este punto, aclara que se trata de un tipo de tratamiento que tiene más de 20 años de evolución y que actualmente se puede aplicar a casi todos los pacientes. Sin embargo, insiste en la importancia de llevarlo a cabo únicamente en clínicas homologadas.