La tasa de matronas en España es de las más bajas del continente europeo. Con sus 6,1 especialistas por 10.000 habitantes sólo se supera a Hungría, Rumanía y Eslovenia. Baleares, además, está en la parte baja de la tabla dentro del Estado. Con unas 250 matronas en activo, la Associació Balear de Comares cifra en 176 las que faltarían para alcanzar las ratios europeas, es decir, se necesita un incremento del 70 % de la plantilla actual.
Ahora, además, «tenemos un problema de relevo generacional», advierte la presidenta de la agrupación, Isabel Sampedro, quien recuerda que hubo una década sin formación específica, hasta que se implantó el sistema EIR; un paréntesis entre las actuales jubilaciones y la siguiente generación.
A nivel balear, añade, afecta algo menos pues las últimas promociones son jóvenes pero si las Islas antes eran un lugar atractivo de trabajo, «el precio de la vivienda y el hecho de que haya empleo en la Península han creado un problema de fidelización. Muchas ya no vienen y otras piden irse», explica.
¿En qué se traduce este déficit? En que con las especialistas en enfermería obstétrica y ginecológica que hay no se puede garantizar que todas las mujeres sean atendidas por una matrona cuando requieran sus servicios, «no hay suficientes profesionales para cubrir la demanda y dificulta que asumamos nuevas competencias», añade Sampedro.
Y es que si bien a la matrona se la reconoce por la atención al parto o a la lactancia, un servicio cubierto tanto en hospitales como en los centros de salud, su labor va mucho más allá. En vísperas del 5 de mayo, su Día Internacional, se reivindican como la profesional de referencia desde la primera menstruación hasta el final de vida. «Hablamos de menopausia, sexualidad o el duelo perinatal... situaciones que nos cuesta más atender».
Con unos índices de natalidad a la baja, este escenario se planea como una buena oportunidad para desplegar competencias y ampliar la cartera de servicios. «Antes parecía que todo terminaba con el periodo fértil de la mujer pero ahora hay cada vez una vida más activa, con relaciones sexuales satisfactorias», señala la especialista.
«La matrona es la profesional de referencia desde la primera regla y es de fácil acceso desde la Atención Primaria», reclama Sampedro que recuerda que suele existir una relación de confianza e intimidad y posibilita la prevención y lo relacionado a la sexualidad.