La menopausia es una de las etapas más difíciles en la vida de las mujeres. El cuerpo sufre una serie de cambios que tienen implicaciones en muchos aspectos y uno de ellos es el psicológico. La psicóloga y sexóloga Susana Ivorra, informa que han detectado un incremento del número de mujeres que van al psicólogo en Baleares durante este periodo.
En este sentido, resalta que muchas de las pacientes que acuden a la consulta no saben que lo hacen por la menopausia. «Vienen sin saber qué les ocurre. De pronto, están muy irritables, enfadadas con el mundo, con menos paciencia, con ganas de llorar. No entienden qué sucede». Una de las claves que permite a los profesionales saber qué se trata de la menopausia es el sueño. «Les pregunto qué tal duermen, si descansan bien, y ahí ya ves qué sucede. Tenemos muy claro que cuando a cierta edad nos despertamos de madrugada con un calor que sale de dentro eso son sofocos y creemos que ya está, que tenemos que acostumbrarnos. Sin embargo, hay mujeres que no tienen calores y no lo atribuyen a la premenopausia, pero también es uno de sus síntomas».
La citada psicóloga lamenta que muchas mujeres no le dan importancia al no poder dormir bien. Sin embargo, ella argumenta que «si te despiertas varias veces, te desvelas, no estás descansando como toca; llega la mañana y no tienes paciencia, ¿cómo no va a afectar esto a otras áreas de tu vida?».
Ivorra precisa que «la pre y la perimenopausia también influyen influyen física y emocionalmente en las mujeres». El motivo es que «todo está relacionado. Lo físico nos afecta en lo emocional y viceversa». En lo relacionado con el plano psicológico/emocional, expone que, «quizá, la persona experimente irritabilidad, dificultades para conciliar o mantener el sueño, subidas y bajadas de ánimo, como un neblina mental que hace que te cueste concentrarte. Claro, si te cuesta concentrarte y estás más espesa. Esto puede dar lugar a que empieces a sentirte insegura, torpe, a que tengas problemas de memoria, etc.».
Preguntada por la edad a la que empiezan a notarse los efectos de la menopausia, la psicóloga y sexóloga responde que «pueden empezar a verse alteraciones incluso 5 ó 10 años antes de dejar de menstruar. Es decir, siendo la edad media entre 46 y 50 años, puedes tener 38-40 años y empezar a notar síntomas sin relacionarlo con este tema porque ni tienes sofocos ni has dejado de menstruar».
¿Cómo evitar o aminorar los síntomas?
La buena noticia es que todos estos problemas que sufren las mujeres, muchas de ellas en silencio, se pueden evitar o aminorar. Ivorra expone que lo «primero que hay que hacer es entender lo que nos está pasando. A veces empezamos notando cambios en el estado de ánimo, como una montaña rusa emocional». En este punto, lamenta que «muchas mujeres comienzan a tomar medicación antidepresiva, cuando en realidad esos vaivenes proceden de los cambios hormonales. Otras, incluso, se separan de su pareja porque de pronto ya no la soportan. También aumenta la tasa de suicidio en esa etapa. Porque si no entendemos qué nos pasa, difícilmente podremos abordarlo». Por ello, considera fundamental que la menopausia deje de ser un tema tabú y anima a difundir los síntomas para que las afectadas puedan identificarlos y pedir ayuda.