Los sindicatos advierten de que la temporada entró hace ya varias semanas en una fase de repunte de las bajas laborales constatada por los comités de seguridad y salud de las empresas del sector de la hostelería. Aunque todavía no disponen de datos precisos, aseguran que el porcentaje de absentismo por accidentes laborales o enfermedades se ha visto incrementado con respecto al mismo periodo de 2023, que ya fue especialmente problemático. Estos picos máximos de las bajas se concentran en el tramo central de la temporada alta, de mediados de julio a mediados de septiembre, por lo que nos encontramos a mitad de un proceso que irá engrosando sus cifras conforme pasen los días en buena parte, denuncian las organizaciones sindicales, por culpa de un permanente desajuste entre volumen de actividad y dimensión de las plantillas.
«Hay más actividad que plantilla, de eso no tenemos duda», expresa la secretaria general de la Federación de Servicios de CCOO, Silvia Montejano, quien asevera que los problemas de sobrecargas laborales se están repitiendo esta temporada por culpa de esa descompensación entre personal y volumen de trabajo en una temporada con récord de llegadas turísticas. No obstante, matiza que el problema de los desajustes va por barrios. «Advertimos antes del inicio de temporada que debían anticiparse los llamamientos para poder cuadrar con tiempo suficiente las plantillas: hubo empresas que sí lo hicieron y otras que no, y estas últimas, lógicamente están sufriendo más». Tal y como están actualmente en Baleares mercado laboral y actividad turística, «el que no sea previsor lo pasará peor».
Asimismo, insiste en que la punta de bajas «está llegando justo ahora», en un momento, además, en el que ya no se cuenta con las inspecciones de refuerzo que suprimió el Govern para este verano, denuncia. «Estas semanas y meses las bajas están siendo la tónica general», señala para explicar que cuando se producen una o dos bajas en empresas con pocos trabajadores, eso repercute directamente sobre los empleados restantes, que se ven obligados a asumir mayores cargas de trabajo y radicalizando con ello este círculo vicioso por el desajuste entre volumen de actividad y dimensión de las plantillas.
Un reciente estudio de Randstad confirma que los problemas de absentismo por baja médica se circunscriben a los meses de temporada alta en una comunidad con una actividad económica tan estacionalizada como la balear. Ese problema prácticamente desaparece en temporada baja, hasta el punto de que las Islas se convierten en la comunidad con menor índice de absentismo: un 4 % en el primer trimestre del año, según ese informe, por debajo de la media nacional y muy lejos de la comunidad más damnificada en ese mismo periodo, el País Vasco, con un 8,9 %.
Además, las olas de calor se van consolidando cada verano como un factor clave en la sobrecarga laboral entre el personal de la hostelería y de otros sectores. El paulatino aumento de las temperaturas está pasando factura entre la clase trabajadora, especialmente la que desempeña sus tareas al aire libre o en instalaciones interiores que les someten a un gran estrés térmico, como es el caso del personal de cocina. Al hilo de este problema, los sindicatos planean introducir cláusulas para asegurar una mayor protección del estrés térmico para los trabajadores, endureciendo las obligaciones que ya tienen las empresas en base a la legislación estatal.
«Se tiene que ir un poco más allá de esa ley e incorporar más y mejores medidas de prevención. Es algo que vamos a poner encima de la mesa de cara a los próximos convenios», asegura el secretario general de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT, José García Relucio. En ese sentido, explica que «en la construcción se tiene que parar durante ciertas horas, a mediodía por ejemplo, pero el personal de restauración no puede hacerlo porque son horas punta de trabajo ¿Qué hacemos con eso? Hay que establecer otras medidas preventivas para velar por la salud de los trabajadores».
En lo referente a otros sectores, desde CCOO se denunció hace semanas «las penosas condiciones de trabajo» del sector del handling (servicio en tierra a los aviones) en los aeropuertos de Baleares. Así, critican que la contratación de personal es «mínima» y ello se conjuga con abuso de horas perentorias y horas extra del personal fijo. Además, «la mala formación que ofrecen algunas empresas conlleva desprotección constante y riesgos graves de salud», aseveran.