El PP deja en el aire la derogación de la ley de memoria democrática que se vota este martes en el Parlament. A menos de 24 horas de la votación nada está claro, incluso la posibilidad de que el PP negocie con los partidos de izquierda una abstención o incluso un rechazo al texto. La condición de los 'populares' es que la oposición facilite la recuperación de todos los artículos del decreto de simplificación administrativa que cayeron por un error del PP en las votaciones. Es una de las opciones que están ahora mismo sobre la mesa, lo que supondría una ruptura total con Vox.
En la reunión en la que Marga Prohens reunió de urgencia este domingo a los alcaldes del PP se habló de este asunto. La dirección del PP sondeó a los representantes de las juntas locales y alcaldes sobre esta posibilidad y los alcaldes dieron vía libre a Prohens para actuar como lo considere más conveniente. Todo quedó este domingo abierto a la espera de reuniones a varias bandas que deben mantenerse este lunes. La realidad es que, ahora mismo, no se puede asegurar con certeza cuál será el voto de los 'populares' y si finalmente la ley será derogada o no.
El coordinador de la formación y portavoz del PP en el Parlament, Sebastià Sagreras, anunció la pasada semana que el voto será favorable «en principio», pero esa muletilla de Sagreras de hace una semana lleva a pensar que el voto aún puede cambiar en función de qué pase entre este lunes y la mañana del martes, cuando se tenga que celebrar la votación. Si la ley decae, pasará lo mismo que sucedió en Castilla y León, donde el PP rechazó esta medida el pasado verano tras la ruptura unilateral de los acuerdos autonómicos entre PP y Vox.
Este martes se prevé una intensa jornada política en el Parlament, donde por la mañana debe votarse la derogación de la ley de memoria en el pleno. Ya por la tarde, toca someter de nuevo a votación los Presupuestos en comisión y, muy probablemente, el texto volverá a quedar rechazado porque no logrará el apoyo de Vox. El PP ha exigido una serie de condiciones al PP para darles su apoyo, una de ellas relacionada con el catalán, algo que los 'populares' considera inasumible. Los alcaldes han dejado claro en la reunión con Prohens que no quieren ni un paso atrás en esta materia.
El pleno del mañana se prevé tenso también por otros motivos. Hay convocada una concentración de las asociaciones memorialistas y la sesión llega marcada por el antecedente de su toma en consideración, cuando el president del Parlament, Gabriel Le Senne, rompió la imagen e Aurora Picornell y ordenó la expulsión de las diputadas del PSIB Mercedes Garrido y Pilar Costa. Le Senne está acusado en un juzgado por un delito de odio y ahora se está a la espera de que se abra juicio oral, lo que a su vez puede conducir a la suspensión de sus derechos como diputado.
PPOE