La defensa del presidente de Parlament, Gabriel Le Senne reclama al juez el sobreseimiento libre de la investigación abierta a raíz del incidente del pleno de junio en el que rompió la fotografía de víctimas del franquismo. La representación procesal del único investigado sostiene que actuó para intentar mantener el orden en el Pleno de forma espontánea sin intención de «humillar a nadie». En todo momento, el escrito se refiere a Aurora Picornell y las hermanas Pascual como «personajes históricos del comunismo de Mallorca» sin introducir más circunstancias sobre su fusilamiento por un grupo de falangistas en 1937.
Frente a la postura de la defensa, tanto Memòria de Mallorca, junto a los familiares de las fusiladas, como la asociación Estimada Aurora, solicitan al magistrado que inicie los trámites para juzgar a Le Senne por un delito de odio al estimar que existen indicios suficientes en este momento de que actuó con un móvil ideológico y con intención de menospreciar a las víctimas: «La actuación causa un daño irreparable a su memoria y por ende a sus familiares directos. Por ello no puede ser tolerada so pena de poner en peligro nuestros más importantes principios y valores democráticos», señala la acusación particular que también representa a los familiares de las fusiladas. Tanto las acusaciones como la defensa han remitido al juzgado estos escritos a petición del magistrado. El titular del Juzgado de Instrucción 1 ha dado por concluida la investigación y dio traslado a las partes el pasado mes de diciembre para que se pronunciaran sobre si la causa ha de ser archivada o llegar a juicio con Le Senne en el banquillo. El plazo aún no ha terminado y faltan dos acusaciones por responder, entre ellas, la Fiscalía.
La defensa de Le Senne descarga cualquier responsabilidad en la diputada socialista Mercedes Garrido, que mostraba la fotografía en la pantalla de su portátil durante el debate sobre la posible derogación de la Ley de Memoria Democrática. «Mostraban un folio con las imágenes de personajes históricos y prominentes del Partido Comunista de Mallorca». Según el escrito, Le Senne actuó: «En un gesto espontáneo, ante lo que consideró una sucesión intolerable de infracciones». Ahí, la representación del cargo de Vox añade: «El presidente tiró del folio para retirarlo, pensando que se soltaría entero». Si hubieran acatado la decisión del presidente, no se hubiera rasgado accidentalmente ninguna fotografía El problema fue con la señora Garrido, no con la señora Picornell», concluye. De esta forma niega cualquier móvil ideológico y apoya su versión en que «no arrugó» ni rompió más las imágenes de Aurora Picornell y sus compañeras.
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«Un acto violento impulsado por motivos ideológicos»
La representación de la acusación popular alude a que Le Senne cometió «un acto violento impulsado por motivos ideológicos» al romper la imagen de Aurora Picornell. En el escrito sale al paso de las alegaciones de la defensa:«El argumento de la accidentalidad no tiene ninguna consistencia. No hubiera tirado al suelo la fotografía con rencor». También que no supiera qué rompía: «Es una proposición imposible de creer que la segunda autoridad institucional de Balears no identificara el rostro de Aurora Picornell. Nada explica la reacción del investigado como no sea el rechazo ideológico».