Baleares se está borrando poco a poco del mapa como destino de viajes de estudios. El progresivo encarecimiento que sigue experimentando el Archipiélago como destino turístico está haciendo del mismo una opción prohibitiva para determinados segmentos del mercado, entre ellos el de los viajes de fin de curso, principalmente de estudiantes peninsulares. Los centros escolares están optando, cada vez más, por alternativas más económicas, especialmente en cuestión de alojamiento.
«Los colegios se echan las manos a la cabeza cuando les pasamos los presupuestos», señalan desde Viajes University, agencia de Barcelona especializada en viajes de estudios para alumnos de Bachillerato, Secundaria o universitarios. Las escapadas a Baleares siguen todavía entre sus ofertas, aunque con una presencia cada vez más marginal y arrinconadas por otras alternativas menos costosas. Los estudiantes que viajarán a las Islas en mayo y junio rondarán los 20.000, en torno a un 25 % menos que hace pocos años.
«Ibiza ya lo descartamos para este año porque son precios fuera de lugar; por menos de mil euros por alumno no vas a encontrar nada. Y en Mallorca prácticamente lo mismo», explican para salvar a Menorca de la quema: «Todavía tiene unos precios relativamente normales». Las Islas se van quedando fuera del menú mientras ganan terreno destinos como Salou, Cádiz, Gandia, Malta o Islas Griegas. «Al final, sale más económico hasta viajar al extranjero para una semana». Los precios de los paquetes vacacionales han sido muy condicionados por el encarecimiento de los billetes de avión, aunque la cuantía final depende mucho del régimen de alojamiento y de cada establecimiento. En el caso de Mallorca, pueden llegar a los 700 y 800 euros, después de un incremento general que se estima de hasta el 40 % en comparación con el periodo de poco antes de la pandemia.
Gloria Maurici, de Viajes Tejedor, afirma que «lamentablemente es una realidad: hemos tenido que desviar ventas y ofrecer destinos alternativos a colegios que iban siempre a Balearse desde hacía más de diez años». La empresa, con una red de oficinas por toda Cataluña, prepara circuitos en colaboración con cerca de 60 centros escolares. «La mayor decepción la hemos tenido en Menorca, ya que los hoteles con los que siempre habíamos trabajado allí tomaron la decisión de no aceptar más grupos de estudiantes», lamenta Maurici, quien opina que «se deberían hacer filtros para potenciar opciones de viaje, no para restringirlas, y menos aún para el turismo nacional y, mucho menos, para nuestros estudiantes, como sucede en este caso».
Playa de Palma/Arenal es la principal zona de destino para los viajes escolares, con ocho establecimientos hoteleros ofertando alojamiento actualmente para este segmento de la clientela de principios de temporada. «Cada vez funcionan menos. La demanda también ha bajado mucho y seguramente sea porque se han encarecido los precios». Así lo asevera Pedro Marín, presidente de la Asociación Hotelera de Playa de Palma, quien indica además que «el hándicap de tener que volar» ha contribuido igualmente a encarecer hasta límites inasumibles los paquetes para aquellos centros de comunidades autónomas que no cuentan al menos con la alternativa de viajar en barco.
Desde la patronal balear del transporte, la FEBT, se muestran poco optimistas acerca del futuro de los viajes de estudios en las Islas. Su presidente, Rafael Roig, asegura que las excursiones de estudiantes de fuera están cayendo en picado en los últimos años y no cree que vayan a recuperarse.
Los mallorquines no perdemos nada