«Hay mucho combustible y si llegan depresiones aisladas en niveles altos (danas) serán muy fuertes». Esta es la advertencia que lanza el portavoz adjunto de la delegación territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Baleares, Miquel Gili.
En este sentido, explica que el agua del mar está muy caliente, lo que motiva que cuando entra en contacto con danas estás sean muy potentes. Gili subraya que si se cumplen las previsiones, este año se superará el récord de 2024, cuando en la boya de sa Dragonera se llegó a los 31,9º. Este mes de julio ya se han rozado los 31º en la boya de sa Dragonera, por lo que todo apunta a que en la segunda quincena de agosto, se superará esta temperatura.
«Cuando las bolsas aisladas de aire frío procedentes del norte entran en contacto con el aire recalentado por el mar dan lugar a una perturbación atmosférica, que puede generar tormentas muy intensas intensas», resume Gili. En este punto, explica que esto se debe a que mientras más caliente esta el mar, más energía inyecta a la atmosfera en forma de vapor de agua, por lo que aumentan las perturbaciones y las lluvias torrenciales.
Los expertos calculan que por cada grado que se incrementa la temperatura del agua del mar, el aire saturado contiene un 7 % más de vapor de agua, lo que a su vez incrementa, el riesgo de que se produzcan precipitaciones extremas, como mínimo en el mismo porcentaje. Por tanto, preocupa que el año pasado se rozasen los 32º en sa Dragonera y, si se cumplen las previsiones, este año se superarán, por lo que se da el caldo de cultivo perfecto para que se produzcan lluvias torrenciales.
Gili insiste en que no quiere crear alarma, pero considera fundamental que la población sea consciente de esta problemática, con la finalidad de que tome todas las precauciones posibles cuando se avise de la existencia de estos fenómenos, en el caso de que vengan acompañados de avisos. Es importante tener en cuenta, que las danas no siempre son peligrosas.
En la memoria reciente está la dana de Valencia, que el pasado 29 de octubre se cobró la vida de más de 200 personas y asoló a numerosas zonas de esta región. También siguen estando muy presentes las 18 personas que murieron en Sant Llorenç en octubre de 2018.
Miquelet ha estudiado una carrera para decirte que en verano hace calor, y que además en verano hay tormentas de verano.